«La covid sigue matando», advirtió este lunes la presidenta del Consell, Susana Mora, en una nueva llamada a la población para que se vacune durante la presentación de las nuevas medidas aprobadas por el Govern para contener la pandemia. El recordatorio de la presidenta llega en un momento en el que se recrudece la mortandad por el coronavirus entre los mayores, con otras tres personas fallecidas cuyo deceso fue comunicado este lunes por Salud. Mora dirigió palabras de condolencia a las familias de estos ancianos fallecidos, dos de ellos, un hombre de 82 años y una mujer de 86, usuarios del centro de día del Consell insular. Pero lo que los familiares reclaman es que el virus no atraviese las puertas de los geriátricos y las residencias de discapacidad por el rechazo a vacunarse de una parte de sus trabajadores.
A esas dos últimas muertes de ancianos en instituciones hay que sumar la registrada el pasado domingo de una mujer de 99 años, afectada por el brote de covid-19 en el centro sociosanitario de Santa Rita. Presidencia y Conselleria de Bienestar Social son conscientes del malestar de las familias de los usuarios de las residencias, críticas que hasta ahora estaban contenidas en el ámbito privado pero que ya han saltado a las redes sociales.
Algunos exigen que los trabajadores del ámbito sanitario y sociosanitario sean obligados a vacunarse, como ya ocurre en otros países de nuestro entorno; otros se preguntan si ellos, familiares, deben vacunarse o presentar una prueba para entrar a visitar a sus mayores mientras que no se obliga a los empleados, cuyas tres pruebas diagnósticas correrán a cargo de las propias residencias.
«Sí que ha habido diferentes familiares que nos han hecho extensivo, a través de la Conselleria de Bienestar Social, su malestar e indignación por el hecho de que sus mayores estén padeciendo porque presuntamente haya un trabajador no vacunado», admitió la presidenta Susana Mora. Y advirtió que es presunto porque no se puede señalar, «estamos hablando de datos privados y personales» y porque «ir a buscar el foco de dónde ha surgido exactamente el contagio es complejo». Mora apeló una vez más a la solidaridad y la responsabilidad de este colectivo para que se inmunice. «Sé que genera incertidumbre pero se está demostrando que la vacuna funciona, las personas se pueden contagiar pero de manera más leve o asintomática, eso es lo que debemos hacer, convivir con esta enfermedad como con tantas otras», aseguró, «es la única herramienta que tenemos, hay que confiar en la ciencia».
Vida laboral más difícil
El Govern no implantará la obligatoriedad de vacunarse a los trabajadores sociosanitarios, pero con el nuevo protocolo para acudir a su centro de trabajo sin estar inmunizado, su vida laboral se complica. «Los trabajadores que no estén vacunados y que no puedan demostrar haberse recuperado de la enfermedad en los últimos seis meses deberán someterse a tres pruebas diagnósticas semanales», explicó el conseller balear de Fondos Europeos, Universidad y Cultura, Miquel Company, quien junto a la presidenta Mora anunció las nuevas medidas de control de las plantillas de las residencias. De estas tres pruebas semanales que tendrán que realizarse para acudir a su puesto de trabajo al menos dos deberán ser PCR. Hasta ahora los trabajadores de residencias no vacunados tenían que someterse a una prueba semanal y ahora dicho control aumenta, «se pone énfasis en la vacunación de toda la población», explicó Company. «De momento no se plantea que sea obligatoria, se dan diferentes fórmulas para propiciar esta vacunación, todas las medidas que se toman van en esta dirección, tanto en el ámbito laboral como en el social, cultural y deportivo», añadió. Company manifestó, en relación a los trabajadores de las residencias, que «no quiero estigmatizar a nadie pero lo ideal es que se vacunen, para protegerse ellos pero también a la sociedad, es una cuestión de solidaridad y de responsabilidad, y en el caso de que no lo hagan tienen que seguir unos protocolos y un control mayor», recalcó el conseller.