La irrupción de la tramontana en los últimos días ha dado un vuelco a la situación meteorológica de la Isla. Las temperaturas máximas han bajado una media de 10 grados respecto a la ola de calor de la semana anterior y las rachas de viento han complicado la situación marítima con olas que ayer alcanzaron un máximo de seis metros en la bocana del puerto de Maó.
La racha máxima se registró la madrugada del lunes al martes con una velocidad de 71 kilómetros por hora. El oleaje medio era de 3,5 metros con picos de seis. La Agencia Estatal de Meteorología activó la alerta amarilla por fenómenos costeros adversos, aunque el puerto de Maó siguió estando operativo en el tráfico marítimo comercial.
Las temperaturas máximas de este martes han oscilado entre los 26 y 28 grados, lejos del máximo de 38 grados alcanzado el domingo en Es Mercadal. La ola de calor que azotó gran parte de España hasta el fin de semana dejó algunas marcas históricas. En el caso de la estación meteorológica de La Mola se batió el récord absoluto de temperatura en un mes de agosto con los 36 grados el domingo. Atrás queda el máximo de 35,8 grados que se había alcanzado en este punto en el año 2017. También se batieron récords en otros observatorios de Balears como Sa Pobla (41º), Cala de Bou en Eivissa (40,8º), Porreres (40,8º), Banyalbufar (38,7º) y Serra d'Alfàbia (35,5º).