El puerto de Maó será el epicentro del dispositivo especial de seguridad que se pondrá en marcha durante las no fiestas de la Mare de Déu de Gràcia para evitar la propagación de la covid-19. El objetivo de este despliegue policial es prevenir las aglomeraciones y en especial el botellón ahora que el Govern ha desactivado las restricciones que impedían los encuentros con no convivientes durante la madrugada.
El alcalde Héctor Pons presidió ayer la Junta de Seguridad Local encargada de diseñar este dispositivo. «Se tendrán en cuenta los espacios donde habría las celebraciones habituales de las fiestas y se pondrá un énfasis especial en la zona portuaria por lo que representa como zona de ocio», señaló el primer edil, que también pidió a la ciudadanía «que sea responsable y sobre todo que no hagamos nada de lo que nos podamos arrepentir el 10 de septiembre», en alusión a la fecha final de los festejos.
El grueso del dispositivo de seguridad trabajará entre el 7 y 8 de septiembre. Para esos días el Ayuntamiento de Maó ha organizado diversas actividades culturales pero pretende evitar las concentraciones nocturnas una vez cierren los locales, autorizados a funcionar hasta las dos de la madrugada.
«Será un dispositivo centrado en la prevención, con un refuerzo de efectivos, pero también será flexible para ir abordando las situaciones imprevistas que puedan surgir», añadió Héctor Pons. En la Junta se recordó el precedente vivido en las fiestas deSant Joan y se recordó que «todavía estamos en pandemia».
Los que vivimos en el centro de Mahón desde siempre ya estamos temblando. Lo que antes eran calles tranquilas ahora se han poblado de mesas y sillas de bares que han copado todas las aceras, imposible pasar, imposible leer o ver tv en casa e imposible dormir hasta las tantas. El comportamiento de los que están en la calle por la noche es indescriptible, berrean, gritan, hacen juerga y el Ayuntamiento no sólo lo ha permitido en este verano infernal sino que cada vez descubres nuevas mesas y sillas, especies invasora a las que les han dado todo. A nosotros nos queda el pagar el ivi y seguir comprando agua embotellada porque son incapaces de darnos agua con la que podamos ni cocinar. Y recuerdo que la primera alcaldesa que empezó esta cesión a los bares fue la del PP con la licencia del 1r bar en Pl Constitució y hasta se cargó la Pl de las Palmeras para pavimentarla del todo y hacerla para los bares (salvo 2 maderos a modo de banco, que no sé diga). Ahora más y peor.