Raül Romeva, quien fuera conseller de Asuntos Exteriores de Catalunya y condenado a doce años de prisión por el procés, habló ayer en el Parc Rubió i Tudurí sobre la filosofía ubuntu, acto organizado por Més per Menorca.
¿Cómo encaja ubuntu con el independentismo?
—Lo importante es tener una conciencia global, y el republicanismo es una opción universalista. El objetivo para los republicanos no es la independencia en sí, es la república, y con ello tener las herramientas propias de un estado para hacer aquello que las necesidades globales nos reclaman. Ubuntu es una metáfora, un concepto africano para la toma de conciencia colectiva.
¿Nos queda lejos todavía esta conciencia?
—Se trata de entender que lo que hacemos transciende a nosotros mismos, y que lo pasa en otros lugares del mundo, aunque no lo parezca, también nos afecta. Hay que tomar conciencia de que o encontramos soluciones globales a los problemas globales o es imposible, desde el egoísmo sea estatal o personal, solucionarlos. La pandemia es un ejemplo claro. Nadie está protegido de los grandes problemas del mundo.
Una crítica al independentismo es el egoísmo.
—Es exactamente lo contrario. Los republicanos queremos las herramientas para trabajar los problemas globales. Quien dice esto es que no nos conoce, y por eso tenemos que explicarlo mucho. Nuestro planteamiento es lo más universalista posible.
¿Cómo ve el nuevo curso político con la mesa de diálogo?
—Bienvenida la política, finalmente. Todo lo que sea trasladar el conflicto a un marco de negociación política me parece positivo. Esto no quiere decir que sea la solución. Un diálogo no presupone nada, pero siempre será mejor dialogar en un contexto político que a través de los tribunales y menos de las porras. Tenemos interés por ver cuál es la predisposición del Gobierno. Nuestro deseo es una apuesta que trasciende el independentismo, votar no es la opción del independentismo, es la opción del 80 por ciento de la sociedad catalana, es una apuesta demócrata.
En Menorca el soberanismo lo representa Més per Menorca. ¿Cómo percibe su evolución?
—Ha hecho una apuesta clara por combinar los tres grandes retos universales:la lucha ambiental, la lucha social y la radicalidad democrática, que significa el derecho de cada uno a decidir su futuro. Son tres opciones republicanas. Todo confluye en el bien común, y esto la gente lo valora.
¿Ha disfrutado de las vacaciones en la Isla?
—Siempre. Venimos desde hace mucho, no solo en vacaciones. Vengo todo el año. Es muy agradable, por el entorno y la gente.