Los ayuntamientos han dado ventajas como bonificaciones fiscales y una mayor permisividad a los bares y restaurantes para que pudieran trabajar en sus terrazas y salvar así los muebles tras los meses más duros de cierres y restricciones motivados por la pandemia de covid-19, y de momento, no se plantean cambios.
En todos los municipios se han concedido ampliaciones de terrazas este año, como ejemplo en Maó han sido 39, en Ciutadella más de 50, en Es Castell 22, en Ferreries 18 y en Es Migjorn Gran, dos. EnEs Mercadal «se estudia cada terraza y se les da el máximo, la ordenanza lo permite», mientras que en Alaior apuestan con firmeza por seguir apoyando al sector, queda mucho por recuperar a nivel económico y el Ayuntamiento «no se plantea modificar nada» que pueda ir en detrimento de la restauración porque «la pandemia aún no está superada». Tampoco en Sant Lluís, donde la reducción de la cuota por ocupación de la vía pública tiene una bonificación del 80 por ciento; dejarán cualquier modificación para 2022, a la espera de ver cómo evoluciona la pandemia. Maó por su parte aplica una bonificación del 90 por ciento, y Es Mercadal y Alaior del 50 por ciento.
Los municipios que no conceden esta rebaja en la tasa de ocupación de la vía pública compensan a los negocios dejándoles ocupar más espacio, como son los casos de Es Castell y Ferreries, donde la ampliación de terrazas es gratuita. En Es Migjorn Gran, explica su alcaldesa, Antonia Camps, bares y restaurantes «hace dos años que no pagan tasa de ocupación» ya que la bonificación es del 100 por ciento.
Esta situación se mantendrá desde luego en estas últimas semanas de la temporada turística y con toda probabilidad hasta que se despida 2021. Las bonificaciones se aprueban por ejercicios y en cuanto a las ampliaciones para poder trabajar pese a la covid «seguirán así mínimo hasta fin de año, a la espera de ver cómo evoluciona todo el año que viene», señala Óscar Gómez, concejal de Comercio de Es Castell; la modificación de las restricciones vigentes en interiores, que el sector espera más pronto que tarde, y la llegada del mal tiempo serán determinantes para decidir sobre las terrazas, considera el edil. «Hemos dejado que tengan el doble de terraza para que no perdieran tanto, y eso se mantiene, cuando llegue 2022 veremos», afirma la alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer. También el alcalde de Es Mercadal,Francesc Ametller, asegura que «nuestra intención es mantener todo así, hay una necesidad de que la gente que visita el pueblo, sobre todo cuando hay mercado, pueda encontrar mesa y sentarse, hemos delimitado espacios con marcas en el suelo para mejorar el control», añade.