Hora y media de debate, veinte intervenciones y algo más de treinta asistentes fue el resultado del primer espacio de debate que organizó el martes el Ayuntamiento de Ciutadella sobre el proyecto de reforma y pacificación de la Plaça des Born. El objetivo del acto era informar, consultar y escuchar para luego decidir sobre el futuro de este enclave, en pleno corazón de la ciudad, y que actualmente actúa más de aparcamiento que de plaza.
La disponibilidad suficiente de áreas de aparcamiento en los alrededores una vez se eliminen los 140 puestos que hay en Es Born es uno de los asuntos que preocupan a los vecinos de Ciutadella. Porque la decisión de eliminarlos está tomada. Trasladaron todo tipo de propuestas, entre ellas, la necesidad de dotar las bolsas de aparcamiento disuasorias con «mecanismos de transporte cómodos» como buses eléctricos, gratuitos y cuyas frecuencias sean lo suficientemente atractivas para invitar a la gente a aparcar en ellos. Esta idea planteada por Rafel se enlazó con la de Josep de desplazar los coches de alquiler a puntos habilitados en el extrarradio de la ciudad y conectarlos mediante transporte público con la Plaça des Pins. Vecinas como Roser opinaron que «trasladar los coches a la periferia daría vida a calles que ahora no la tienen».
La alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, confesó que «no nos atrevemos a eliminar los coches si no sabemos dónde colocarlos», de ahí que anunciara que se ha abordado la remodelación de la Plaça des Born una vez se han materializado espacios donde habilitar aparcamientos. Destacó la bolsa provisional que se implantará en la Plaça de la Pau, para la que ya se está redactando el proyecto de demolición y adecuación de la zona, así como la reordenación de la bolsa de Dalt sa Quintana, que incluye a su vez un crecimiento en número de plazas para aparcar. El proyecto también ha sido encargado.
Además, recordó que ya ha sido solicitado al Consell que el minibús número 60 que recorre el centro de la ciudad incremente sus frecuencias para facilitar estos desplazamientos hasta la Plaça des Pins. Ahora pasa cada 60 minutos. En materia de mejora de la conectividad, Joana Gomila también indicó que «no hemos dejado de lado la petición a Ports IB de instalar un ascensor» que acerque el barrio de Dalt Sa Quintana al puerto y la ciudad. Aunque avanzó que «el problema no es el ascensor sino su mantenimiento».
Vecinos del casco antiguo de Ciutadella plantearon la necesidad de disponer de facilidades para acercarse en coche a sus viviendas, teniendo en cuenta a las personas con mayores dificultades para moverse.
La mejora de la cartelería también se puso sobre la mesa, en concreto, el sustancial cambio que creen que generaría el simple hecho de instalar carteles informativos antes de acceder al centro de Ciutadella sobre ubicación de los aparcamientos y número de plazas.
El debate también sirvió para plantear qué tipo de plaza agrada más a los vecinos, una monumental, de museo, o la que invita a desarrollar actividades. El concejal de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Andreu Cardona, recordó el concepto de ciudad 8-80, es decir, adaptada tanto para niños de ocho años como para los mayores.
La presidenta de la Associació de Veïns de Ciutadella Vella, Fina Benejam, aseveró que «lo que no queremos es que se vacíe, queremos que sea un espacio vital y para la reforma de Es Born hay que tener en cuenta tanto a quien vive aquí como a quien no, porque es parte de todos».
El encuentro para debatir el proyecto de recuperación de la Plaça des Born se celebró el martes en la Casa de Cultura.