Dónde aparcar cuando se eliminen los 140 estacionamientos de la Plaça des Born es una de las mayores preocupaciones de los residentes y visitantes de Ciutadella. El Ayuntamiento quiere arreglar y potenciar el parking de Dalt sa Quintana para ganar plazas y sumarlas a las 110 o 120 resultantes del acondicionamiento de los terrenos de La Pau, un punto en el que, a largo plazo, se contempla la opción del parking subterráneo. El proyecto para reconvertir las antiguas pistas de detrás del OAR en aparcamiento está en fase de redacción.
Las alternativas se verán más claras cuando se disponga de una radiografía de la movilidad en el municipio, «nos ayudará a tomar decisiones como el cierre de calles o su uso solo por residentes basadas en datos objetivos», señaló este martes el concejal de Seguridad Ciudadana y Movilidad Sostenible, Sergio Servera. El estudio para conocer cómo se mueven conductores, peatones y ciclistas por Ciutadella comenzó ayer con un sondeo a pie de calle en diversos puntos de la ciudad. Un breve cuestionario sobre el destino y el recorrido que realizan quienes se desplazan a diario por la ciudad. Este jueves estarán también operativos los aforadores automáticos que se instalarán en la calzada, en distintos puntos de Ciutadella, y que junto al recuento manual medirán el flujo y el tipo de vehículos que pasan, así como las rutas que realizan.
Esta foto de la movilidad, un trabajo adjudicado a la consultora Doymo por cerca de 15.000 euros, se completará con una encuesta telefónica la semana que viene. Un sondeo a los residentes del municipio amplio, cuyo nivel de confianza la empresa sitúa en un 95 por ciento.
Esta «foto de la movilidad» en Ciutadella será el punto de partida para la elaboración del Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), cuyo objetivo es identificar las necesidades y las deficiencias y programar de acuerdo a ese diagnóstico las mejoras necesarias.Coincide el estudio con el momento en el que el debate sobre la peatonalización de la plaza del Borne está en la calle. Para Servera, el estudio que ahora comienza servirá «para ver qué implicaciones puede tener el desvío de seis o siete mil coches al día, tendremos datos técnicos, más que modelos teóricos, que avalen cualquier cambio para el que el Ayuntamiento debe tener soluciones alternativas», explicó.