La amenaza de que la borrasca ‘Blas' se convirtiera en un ‘medicane', un intenso ciclón mediterráneo, se quedó solamente en un amago. Sin embargo, los efectos de esa inestabilidad siguen haciéndose notar en Menorca de una forma más prolongada de lo que es habitual.
Tras el respiro que supuso una ligera mejora de las condiciones durante la mañana de este lunes, por la tarde el viento comenzó a soplar de nuevo con intensidad. Y es que lejos de desvanecerse, parece que ‘Blas' retoma fuerza.
Según avanzaba el meteorólogo menorquín Agustí Jansà, esta previsto que hoy a mediodía «la borrasca extratropical» se instale de nuevo en el centro del Archipiélago. Unas previsiones que confirman desde la delegación en Balears de la Agencia Estatal de Meteorología en Balears (Aemet), cuyo portavoz, Bernat Amengual, vaticina que ‘Blas' «estará unos días más con nosotros», posiblemente hasta el viernes.
Así, las cosas, Menorca este martes tiene activa una triple alerta, como ya sucedió el pasado sábado. La Isla estará en aviso amarillo por viento fuerte y naranja por fenómenos costeros (con olas que pueden alcanzar los 12 metros), y además se activará la alerta por lluvias, con precipitaciones que pueden llegar hasta los 60 litros por metro cuadrado en 12 horas. La mañana de este martes en Maó se han registrado rachas de viento de 82 kilómetros por horas y olas de hasta 7,9 metros, sobre las 8 horas de la mañana.
Para el miércoles y el jueves se reducen las alertas, aunque seguirán vigentes el aviso amarillo por lluvias y la alerta por mala mar.
Menorca sigue por cuarto día consecutivo sin conexiones marítimas, que se interrumpieron el viernes por la noche. Así este martes sigue cerrado el puerto de Ciutadella y el de Maó se volvió a clausurar la tarde del lunes, tras abrir unas horas, aunque no hubo tráfico marítimo, ya que las navieras cancelaron todos sus trayectos. Se espera que como pronto las conexiones se recuperen este miércoles, tras cinco días sin tráfico marítimo, lo que ha provocado que los supermercados se empiecen a vaciar de productos frescos.