El Grupo Balear de Ornitología y Defensa de la Naturaleza (GOB) de Menorca ha advertido este miércoles que cerca de 30.000 personas se alojaron en viviendas turísticas ilegales en 2019.
Para llegar a esta conclusión, los ecologistas se han basado en el día puntero del mes de agosto del último año antes de la pandemia, cuando se registraron 204.804 personas en Menorca, según han explicado en nota de prensa.
«Si restamos las personas empadronadas con casa en la isla y las 81.000 plazas turísticas reconocidas por el Consell de Menorca, sobran 30.000 personas; de ellas, una pequeña parte quizá comparte casa con amigos residentes y otros irán con caravana, pero la mayoría se aloja en una vivienda turística ilegal», han indicado.
Para hacer frente a esta problemática, el GOB ha insistido en la necesidad de implantar una vigilancia efectiva y unas sanciones disuasorias para los alojamientos turísticos ilegales.
Asimismo, ha planteado la necesidad de reconvertir e ir rebajando por la vía de la calidad los alojamientos turísticos que van quedando obsoletos.
«Tendríamos que apostar por una bolsa máxima de plazas, con ratios de mínimo 120 metros cuadrados por cada plaza, de forma que se vaya reduciendo la capacidad a medida que se actualiza el alojamiento a las necesidades actuales», han manifestado.
Por otro lado, los ecologistas han indicado que de las 81.000 plazas turísticas, un 24,8 por ciento está constituido por los apartamentos, un 31,9 por ciento son hoteles y hoteles-apartamentos y el 34,4 por ciento se corresponde al alquiler turístico.
En esta línea, han apuntado que agroturismos, hoteles de ciudad y hostales no llegan al nueve por ciento del total.