El Ayuntamiento de Sant Lluís ha decidido modificar las condiciones del concurso público para el diseño de la reforma de siete calles del centro del municipio, después de que el PP y el Colegio Oficial de Arquitectos de Balears manifestaran su desacuerdo con el hecho de que el único parámetro de valoración fuera el económico. Se excluían valoraciones más subjetivas, cuando es algo preceptivo cuando se trata de labores con un componente intelectual.
Ante las dudas expresadas por oposición y profesionales, en un primer momento el equipo de gobierno dejó en suspenso la licitación, de la cual se habían realizado ya unas primeras valoraciones de las ofertas presentadas. De inmediato, desde Alcaldía se solicitaron los informes correspondientes para aclarar cuál era el modo correcto de actuar. Estos documentos no fueron concluyentes y remitieron a los órganos de contratación. Una vez elevadas las consultas pertinentes, la decisión del equipo de gobierno ha sido desistir del proceso que estaba ya bastante avanzado. Esta medida se adoptó en la Junta de Gobierno Local del pasado 23 de noviembre.
Ahora el proceso está a la espera de que se publiquen unos nuevos pliegos de condiciones, ya con el sistema de valoración que en justicia corresponde.