A partir de julio, dejar enseres en las deixalleries de la Isla será gratuito para los p articulares, sea cual sea su naturaleza. Así lo contemplará el próximo contrato que el Consorci de Residus i Energia de Menorca establecerá con la adjudicataria del servicio, una vez expire la concesión actual, a mitad de año.
Actualmente ya no se paga por dejar en las deixalleries la gran mayoría de residuos, pero hay excepciones. Son cantidades «simbólicas», pero se cobran tasas por depositar envases vacíos de barnices, pinturas y disolventes (617,67 euros por tonelada); envases con alguna cantidad de estos mismos productos o tintes, adhesivos y resinas (787,08 euros la tonelada); fitosanitarios inorgánicos (775,92 euros por cada tonelada); o materiales de obra y construcción que contengan amianto (140,97 euros por tonelada).
Son materiales que un ciudadano acostumbra a dejar en pequeñas cantidades, lo que «supone un coste muy reducido, quizá 50 céntimos». No obstante, el tener que llevarlo a la deixalleria y tener que pagar «puede provocar que se acabe tirando donde no se debe», apunta el director insular de Medio Ambiente. En este sentido, Esteve Barceló, señala que el nuevo contrato incluirá las particularidades de la ley de residuos y se «evitará que haya copago para el ciudadano», pues ya se paga una tasa para la gestión de basuras.
Más tipos de residuos
La Dirección General de Residuos y Educación Ambiental del Govern ha renovado las autorizaciones de las deixalleries de Menorca y, a su vez, ha ampliado el listado de residuos admitidos en este tipo de instalaciones.
A raíz de la aprobación del Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, surgió la necesidad de adaptar las instalaciones a esta normativa, por lo que se proyectaron obras de reforma por mejorarlas y se solicitó la modificación de las autorizaciones vigentes.
Básicamente, implicó habilitar espacios cubiertos y con puertas correderas para almacenar dispositivos eléctricos, además de otras intervenciones, como la instalación de básculas empotradas en el acceso para vehículos, para calcular lo depositado. Con todo, y fruto de la demanda ciudadana, aprovechando la tramitación de la adaptación de las autorizaciones a la normativa, se ha ampliado la lista de residuos admitidos. Es así que se han habilitado nuevas fracciones destinadas a la recepción de gases en recipientes a presión; materiales de construcción a base de yeso y, también, los que contienen amianto; productos fitosanitarios inorgánicos, conservantes de madera y demás biocidas; y residuos biodegradables de cocinas y restaurantes.
Por otro lado, desde el 14 de octubre, las siete deixalleries menorquinas participan en el programa de recogida de mecheros de Terracycle y cuentan con contenedores específicos. Esto va en consonancia con la ley de residuos y suelos contaminantes que, a partir del 1 de enero, exige que solo se puedan distribuir y vender mecheros que garanticen 3.000 encendidos.
Asimismo, otro residuo que gestionan las deixalleries son las cápsulas de café. Recientemente se ha doblado el número de contenedores, pues la legislación balear especifica que estos envases deben estar fabricados con materiales compostables o fácilmente reciclables.