La postura del Govern que aprueba la declaración de intenciones de Redexis, heredera del proyecto de Naturgy, para canalizar el gas natural en Menorca, va a encontrar un rechazo mayoritario en el Consell y ayuntamientos más afectados por la nueva infraestructura. Consideran, en general, que se trata de una inversión contraria al futuro de las energías limpias en la Isla.
El propósito de la empresa integral de infraestructuras energéticas pasa por reducir ostensiblemente el plan de la anterior concesionaria y canalizar el gas para distribuirlo en siete de los ocho municipios de Menorca. Quedan fuera, en principio, los núcleos urbanos de Sant Climent y Fornells, y las urbanizaciones, a la espera de que Redexis dé a conocer el proyecto concreto.
El plan inicial, aprobado hace más de seis años, contemplaba la cobertura en los ocho municipios menorquines, once urbanizaciones y en los polígonos industriales, lo que suponía la instalación de 500 kilómetros de tuberías y tres centrales de almacenamiento en Maó, Ciutadella y Es Mercadal. Las trabas administrativas que ha ido encontrando Naturgy habían dejado la iniciativa aletargada, pero Redexis aseguró que la llevaría a cabo cuando anunció el acuerdo con Naturgy para el traspaso de 14.450 puntos de suministro en España.
Consell y Ayuntamiento de Ciutadella se muestran claramente contrarios a la construcción de esta infraestructura, puesto que no supone la eliminación de la energía fósil. Estiman que se trataría de una inversión desaprovechada dados los plazos de la Unión Europea para acabar con las energías contaminantes que en 2030 ya no deben superar el 55 por ciento.
«El gas natural no deja de ser un combustible fósil de interés estratégico como demuestra la escalada de precios que vemos», apunta el conseller de Medio Ambiente, Josep Juaneda. No es una energía verde y en todo caso su función debía ser como transición hacia ella. «En Menorca ahora no tendría mucho sentido teniendo en cuenta las infraestructuras que serían necesarias», señala. Duda el consque de ejecutarse la canalización, esta pudiese aprovecharse para otras fuentes de energía limpia como el hidrógeno, libre de emisiones si se genera a partir de fuentes renovables. «Menorca tiene claro que vamos hacia las energías renovables y no hacia las fósiles».
En los mismos términos se expresa Maria Jesús Bagur, regidora del área en Ciutadella. «El gas natural no es una fuente de energía verde». Por esta razón considera que la canalización del gas natural «no tiene mucho sentido que se ejecute teniendo en cuenta la infraestructura necesaria». Además, añade, que la obra genera muchas dudas para que pudiera ser aprovechada en un futuro.
El Ayuntamiento de Maó no se posiciona claramente en contra, por el momento, aunque la valoración de la teniente de Alcaldía y responsable de Medio Ambiente, Conxa Juanola, compartida por el alcalde, Héctor Pons, es que la obra no va a ejecutarse «porque no hay suficiente demanda para la inversión que supone».
Francesc Ametller, alcalde de Es Mercadal, donde estaba prevista la construcción de una de las tres centrales de almacenamiento, ha cambiado su posición. «Yo era partidario del proyecto pero ahora me genera dudas». Habrá que ver, añade, «dónde la quieren suministrar y cómo puede afectar a los servicos actuales». En todo caso, añade que «no se debe retirar la promoción de energías más limpias como el sol o el viento».