La Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) despega el día 19 en Ifema y con ella, la oportunidad de las empresas de la Isla de volver a situarse en el mapa. Fitur constituye el gran escaparate de la oferta turística de Menorca, en un momento en que el sector tiene unas perspectivas algo más alentadoras sobre la temporada de este año, como mínimo, mejor que las de 2021.
Así lo afirman desde la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome) cuyo objetivo en Fitur es conseguir que 2022 «tenga una temporada de seis meses». Para conseguirlo, dicen, es necesario asegurar el mercado internacional, y concretamente el británico, que viaja a lo largo de todo el año garantizando la ocupación más allá de julio y agosto. Sin embargo, la posibilidad de que puedan venir o no está sujeta a las restricciones de sus gobiernos por lo que, en palabras de su gerente Azucena Jiménez, tienen un «optimismo prudente».
Los empresarios son cautelosos y aunque se aventuran a hacer una previsión, coinciden en que el panorama es volátil, tal y como define la gerente de Ashome, Azucena Jiménez, «si algo nos ha enseñado la covid es a estar en nuevos escenarios cada 15 días».
Desde la Asociación de Empresarios de Viviendas Turísticas Vacacionales de Menorca (Viturme) afirman haber empezado a recibir reservas de turistas británicos para abril y mayo. Según su presidente Xavi Pons, es el mercado británico el que permite alargar la temporada «por delante y por detrás».
El grupo hotelero Artiem confirma esta tendencia, aunque aseguran que las reservas internacionales no van al ritmo que tendrían que ir por la sexta ola. También los responsables de los Apartamentos Hamilton Court y Vistamar de Sant Tomàs han detectado el regreso de la demanda procedente de Reino Unido, como resultado, dicen, de la reaparición de los viajes a destinos internacionales: «cuanto más viaje la gente, más habrá que quiera viajar porque verán que se puede hacer de forma segura», afirma su director Jesús Flórez.
Por su parte, la Agrupación Empresarial de Agencias de Viajes de Baleares sostiene que la «incertidumbre es muy grande todavía» aunque hay «muy buenas expectativas». Los empresarios ven posible superar la temporada de 2021, que se limitó en mucho casos a julio y agosto, mientras que este año esperan abrir de mayo a octubre.
El apunte
La Semana Santa tardía mejora las expectativas
La demanda para Semana Santa condiciona el inicio de la temporada turística. Los responsables de los Apartamentos Hamilton Court y Vistamar de Sant Tomàs recuerdan que la tendencia para esas fechas es contratar a última hora dependiendo de las previsiones meteorológicas, pero creen que el hecho de que el calendario se haya atrasado (el jueves Santo es el 14 de abril) beneficiará al hacer mejor tiempo.
Según ASHOME, son unas fechas que tradicionalmente benefician a la Isla y aseguran estar trabajando para conocer el número de plazas de vuelos que se van a ofertar con el fin de que haya alojamientos disponibles para absorberlas. Por lo general, el sector afirma no tener todavía reservas aseguradas.