Trapsayates va a pelear la concesión que explota desde hace 14 años de los 165 amarres del Andén de Llevant del puerto de Maó, a pesar de las intenciones de Puertos de Balears, que la semana pasada decidió sacarlos a concurso con el propósito de que el próximo verano ya los explote la entidad que gane la licitación.
Autoridad Portuaria ha asegurado que una vez otorgada la autorización para la explotación de estos amarres, dirigidos preferentemente a una entidad que fomente el deporte náutico, el desahucio de Trapsayates será efectivo de inmediato. Así la entidad ganadora del concurso, al que optará el Club Marítimo de Mahón, podrá hacerse cargo de ellos, en función de lo que han dictado los tribunales tras el largo proceso judicial mantenido con Trapsa por el polémico concurso de 2008,l según APB.
Sin embargo, a tenor de la reacción de Trapsa a la información facilitada por Puertos, no parece que su desalojo vaya a resultar tan sencillo ni inmediato.
Por medio de su abogado, la entidad concesionaria asegura que no hay sentencia de desahucio ni del TSJB en primera instancia ni del Supremo en casación, ni existe auto definitivo alguno que obligue a Trapsa a abandonar los amarres otorgados en concesión.
Precisa el letrado, Francisco Javier Jiménez de Cisneros, que el Auto del TSJ del pasado 2 de febrero ya ha sido recurrido por Trapsa en reposición, «por lo que no es firme». En cuanto a la pieza de medidas cautelares «no está terminada ni ha recaído resolución firme alguna. Está sin resolverse por la Sala el recurso de reposición contra el auto de diciembre de 2019».