La asociación de artesanos de Menorca (Arteme) ha presentado alegaciones al nuevo Repertorio de Oficios Artesanos (ROA) del Govern balear, con el objetivo de reivindicar y proteger los oficios artesanos característicos de la isla como el de caraboner, emblanquinador, orguener, sifoner, sucrer, trencador de marès, entre otros.
Las cuatro alegaciones presentadas están relacionadas con los oficios antiguos que prácticamente han desaparecido, los que están en activo, pero sin relevo generacional, la creación de nuevos oficios y el mantenimiento de los nombres propios de Menorca.
En un comunicado consideran que no es razonable que oficios que forman parte del patrimonio cultural de la isla con un calado material e inmaterial, y de una fuerte identidad como pueblo, se eliminen.
También han recordado casuísticas como el oficio de carnicero, establecimientos que realizan trabajos de forma tradicional y que carecen de un relevo generacional: «no por este motivo hemos de dejar desaparecer un oficio que está en activo».
Por otro lado, sobre la creación de nuevos oficios, Arteme apuesta por establecer unos criterios para su valoración: «no es adecuado la creación del nuevo oficio de patchwork, porque es un término inglés no propio de las lenguas oficiales de Baleares, además de una técnica que en los últimos años se ha puesto de moda, pero podría englobarse dentro del oficio de cosedora».
En otro orden de cosas, hacen un llamamiento a mantener los nombres característicos de Menorca: «hay nombres diferentes en cada una de las islas, y no podemos perder la identidad de cada territorio, porque forma parte de nuestro patrimonio cultural inmaterial».
El ROA es la relación de oficios artesanos que después se vincula con las cartas de artesano o de maestro artesano que se conceden, en el caso de Menorca, por el Consell Insular. Arteme ha dirigido un escrito a la Conselleria de Sectores Productivos del Govern para trasladar las propuestas e instar a convocar con urgencia la comisión insular asesora de artesanía de Menorca.