La huelga indefinida convocada por la Plataforma para la Defensa del sector del Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, comienza a tener incidencia en Menorca por el freno en la llegada de parte de las mercancías, y no por el respaldo que el paro pueda tener entre los transportistas de la Isla, que es inexistente.
La presión que se vive en algunas comunidades ejercida por quienes se han sumado al paro y por los piquetes que impiden trabajar a quienes no lo secundan ya se deja sentir en el suministro. Los transportistas tienen problemas para recoger los cargamentos en las grandes superficies de origen que deben conducir a los puertos de Barcelona y Valencia, principales centros de salida para las mercancías que llegan a la Isla.
«Hasta ahora prácticamente estaba llegando todo, o al menos el 90 por ciento, pero ya no es así», explicaba este jueves Lluís Moll, gerente de la empresa Mascaró Morera. El paro indefinido convocado por esta plataforma, de cuya existencia apenas tienen conocimiento en Menorca los principales transportistas, inquieta a los distribuidores ante el aumento de las repercusiones que puedan tener para embarcar y llegar a la Isla.
«El principal temor es que haya piquetes en el puerto de Barcelona o Valencia que impidan el embarque», y con él la disponibilidad para los consumidores, indica Lluís Moll, «me temo que sí se acabará notando».
Los productos que pueden ver reducida su presencia en las superficies comerciales son las frutas y el pescado, indica el gerente de la empresa menorquina.
Joaquín Bisbal, presidente de Astrame, coincide en que «hay preocupación, sí, porque los retrasos que estamos teniendo acabarán afectando al último eslabón de la cadena, que es el consumidor». Los retrasos están afectando, explica Bisbal, «principalmente a los materiales de construcción». En cuanto al transporte interno en la Isla «no existe ningún problema», indica el representante de la patronal.
La Plataforma para la Defensa del Sector de Transporte de Mercancías por Carretera Nacional e Internacional, asegura representar a las medianas y pequeñas empresas que suponen el 85 % del sector. Sin embargo, en Menorca «ni siquiera sabemos quiénes son», asegura Lluís Moll.