El Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026 que el Consejo de Ministros ha aprobado esta semana deja fuera de ese periodo de ejecución el proyecto del segundo cable de interconexión submarina entre Menorca y Mallorca; no obstante, el Ministerio para la Transición Ecológica reconoce que se trata de una inversión «necesaria y beneficiosa» y, mientras abre la puerta a que se adelante a la próxima planificación, ya incluye la inversión entre las actuaciones futuras, lo que da pistas de cómo será un enlace que atendiendo a las planificaciones de la red de transporte de los últimos 20 años ya hace tiempo que debería haber sido una realidad.
Según figura en el documento, el cable no discurrirá por el mismo trayecto que el actual, entre la subestación de Ciutadella y la de Sa Mesquida (Mallorca), sino que saldrá del norte de Ciutadella, obligando a la construcción de una subestación en la zona (de momento de nombre Oeste), y llegará a otra nueva subestación en la zona de Alcúdia, bautizada como Sant Martí. En enlace proyectado es de idénticas característica que el inaugurado en verano de 2020, un cable tripolar de corriente alterna en 132 kilovoltios y con una capacidad de transporte de hasta 100 megavatios.
Aunque el proyecto figura en el apartado de actuaciones con puesta en servicio posterior a 2026, el Ministerio reconoce que adicionalmente a las infraestructuras planificadas para el periodo 2021-2026 se han identificado una serie de actuaciones susceptibles de no tener que esperar a la próxima planificación ordinaria de la red de transporte. Entre ellas menciona expresamente unos pocos proyectos, el enlace entre Gran Canaria y Fuerteventura, segundas y terceras fases de colectores de renovables, dos nuevas interconexiones con Francia y el «enlace adicional entre Mallorca y Menorca».
La idea del Ministerio es que estos proyectos, de los que reconoce la necesidad de no esperar al largo plazo para su ejecución, puedan introducirse en el periodo de planificación extraordinaria que se abrirá el año que viene como inversiones asociadas al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que debe dar cauce a los fondos europeos. Con ello, argumentan, se pretende poner las bases, sin esperar a que se vuelva a aprobar una nueva planificación de la red de transporte dentro de cuatro años, al futuro cumplimiento de los ambiciosos objetivos del llamado Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030.