El ingeniero industrial Mateu Oliver, director general de la empresa Cima20, ha sido elegido nuevo decano del Colegio de Ingenieros Industriales de las Illes Balears (COEIB). Estos días ha visitado la Isla para celebrar la nueva etapa con los colegiados menorquines. Atiende a este diario para valorar el papel del sector en los grandes retos que afronta Menorca.
¿Hay algún proyecto prioritario actualmente en Menorca?
Hay muchos. En los años 80, Menorca tenía un equilibrio entre los sectores primario, secundario y terciario. En este momento el equilibrio se ha desplazado hacia el terciario. Nosotros apostaríamos por favorecer este sector modernizándolo (las moratorias turísticas creemos que no ayudan), pero potenciando los otros dos. Para el primario pensamos que el agua es un elemento crítico, que se puede solucionar al menos en parte con agua depurada. Los ingenieros podemos ayudar, diseñando por ejemplo bombeos y depuradoras para el sector primario, todo tipo de instalaciones industriales y energéticas para el secundario e instalaciones en nuevos y no tan nuevos hoteles, así como su conservación, ampliación y mejora energética.
¿Qué necesita mejorar en Menorca en cuanto a la sostenibilidad?
-Pensamos que se están tomando medidas adecuadas, con los proyectos básicamente impulsados por la Administración. Se trata de seguir por este camino donde los ingenieros industriales podemos aportar en el diseño y ejecución de todo tipo de instalaciones tanto fotovoltaicas, como de recarga de vehículos en zonas urbanas o en aparcamientos privados.
¿Cómo se pueden resolver los problemas hídricos de la Isla?
-Es necesario fomentar un organismo a nivel insular que pueda realizar una gestión directa. Este organismo deberá servir para coordinar y unificar criterios con los diferentes ayuntamientos, que ahora actúan de puertas para adentro. ¿No se podría plantear canalizar agua desalada desde Ciutadella hasta otros municipios? ¿Por qué no se construye una desaladora en la zona de Llevant? La gestión de los recursos hídricos de manera centralizada a nivel balear ha tenido y tiene momentos bochornosos. Como ejemplo la desaladora de Ciutadella, que se puso en marcha diez años después de construirse, o la depuradora de Binidalí, que hace quince años que está acabada y que todavía no se ha puesto en marcha. Toda esta dejadez supone un sobre coste elevadísimo a las arcas públicas.
La central de Maó continúa quemando fuel, mientras, en Lloseta se ha puesto en marcha la primera planta de hidrógeno verde. ¿Cómo valora ese contraste?
-Creemos que se debería dar un paso en este sentido también en Menorca. La propuesta que se rechazó de utilizar gas, nos parecía razonable como transición a una energía más limpia, porque es mejor en el campo ambiental hacer algo que no hacer nada. Pero debía entenderse como un paso previo, que debe acotarse en el tiempo, hacia una energía mas limpia como el hidrógeno.
La ley turística exigirá a todas las empresas contar con un plan de circularidad. ¿Cómo lo valora? ¿Es posible? ¿Cómo?
-La economía circular, desde nuestro punto de vista es una buena apuesta de futuro de cara a la sostenibilidad y muy interesante para Menorca, pero pensamos que no debe imponerse, sino incentivarse, y en el caso de que sea impuesta, establecer un plan de adhesión que permita a las empresas su correcta adaptación.
¿Cual es el futuro del COEIB?
-La nueva junta pretende dar un cambio radical a nuestro colegio para hacerlo más útil a la sociedad. Queremos establecer canales de comunicación con todas las administraciones que permitan resolver problemas y agilizar trámites. Es una tarea ardua y difícil.
Desde el ejercicio libre, nos preocupa y mucho la indefensión del ciudadano, especialmente en lo tocante a las licencias urbanísticas y de actividad. Algunos tramites son absolutamente desmesurados.
El termino medio de concesión de licencias de obras en Balears es de 16 meses. La ley establece un periodo de tres meses como máximo, pero es perversa pues en caso de no contestar en plazo se entiende que el silencio administrativo es negativo. Tenemos también problemas con las interpretaciones normativas por parte de los técnicos municipales, los cuales tienen la presunción de autoridad y dejan en indefensión a los técnicos de libre ejercicio.
Nuestra impresión es que en actividades prácticamente el cien por cien de las revisiones tienen deficiencias y esto no es responsabilidad solo de los ingenieros del ejercicio libre.