En el año 1872 Elena Maseras (Vila-seca, 1853 – Maó, 1905) se convertía en la primera mujer de España que se matriculaba en una facultad de Medicina, en la Universidad de Barcelona. 150 años después casi tres cuartas partes de los médicos colegiados en Balears son mujeres gracias a un camino abierto por esta figura pionera, este símbolo de la lucha de las mujeres, que ni tan siquiera pudo ejercer y a la que el Colegio Oficial de Médicos de Balears –de la mano del Ayuntamiento de Maó– quiso este sábado sacar del olvido con una ofrenda floral, el descubrimiento de una placa en el número 7 de la calle Sant Josep y un sentido acto de homenaje que se celebró en el salón de plenos del Consistorio.
«Maseras abrió la puerta a la entrada de las mujeres en la medicina española, fue una mujer avanzada que quería ensanchar el camino para mejorar el nivel cultural de las mujeres. Quedó casi olvidada», explica Jacint Corbella, miembro de la Reial Acadèmia de Medicina de Catalunya y del Institut d'Estudis Catalans, aunque fue Miquel Àngel Limón el encargado de dar lectura a su intervención prevista, después de que problemas de salud impidieran su presencia en el pleno.
Corbera dedicó a la memoria de Maseras un discurso en el que repasa las dificultades de las mujeres para acceder a los estudios universitarios en esa época, finales de siglo XIX, y recordó algunos otros nombres de mujeres baleares que la sucedieron como Maria Llabrés y Margalida Segura. El catedrático subrayó que Maseras fue una víctima de su época –acabó ejerciendo la docencia por el retraso en los permisos para obtener la licenciatura– así como su conversión en símbolo de una lucha que, aunque a otro nivel, hoy continúa viva.
El acto de homenaje fue abierto por Héctor Pons, alcalde de Maó, ciudad en la que residió los últimos 20 años de vida. Destacó el compromiso del Ayuntamiento en la labor de «poner en valor personalidades como Maseras, como pionera y referente en la incorporación de las mujeres al ámbito laboral, así como a otros ámbitos de la vida». También tomó la palabra el presidente del Colegio de Médicos de Menorca, Lluís Navas, quien destacó la figura de Maseras como «la primera en su género que logró licenciarse en Medicina en unos momentos de terribles obstáculos para las mujeres». Destacó a dos de ellas que han impulsado este homenaje, la doctora Manuela García y la farmacéutica Maria Gràcia Seguí. En su último acto como presidente de los médicos de Menorca cerró su alocución asegurando que «a partir de ahora nos obligamos todos a mantener viva su memoria».
Ayudará a ese propósito la placa conmemorativa que ya luce en la calle Sant Josep, en la fachada del edificio del antiguo colegio municipal de niños, del que Maseras llegó a ser directora: «En memoria y representación de todas las mujeres que abrieron camino», se puede leer en una placa que reafirma el compromiso de la ciudad con la recuperación de la memoria de una de sus hijas adoptivas más ilustres.