La temporada turística que arranca oficialmente este fin de semana amenaza con ser la más cara de la historia. La recuperación turística tras dos veranos marcados por la pandemia y el gran incremento de los costes que están sufriendo los negocios menorquines por las derivadas de la inflación energética se va a traducir en gran medida en los precios que turistas y residentes van a pagar en los próximos meses. Da claras pistas del fenómeno la reciente encuesta del Índice de Confianza Empresarial (ICE), en la que cerca del 40 por ciento de los encuestados (el 38,1 por ciento) ya dan por hecho que elevarán precios en el arranque de la temporada.
Hay que tener en cuenta que, más allá de lo que después termina mostrando la realidad, nunca antes desde que el Institut d'Estadística de Balears (Ibestat) elabora esta estadística, una década exacta, se había registrado un porcentaje tan elevado de empresarios que respondan favorablemente a la pregunta sobre la evolución de los precios para el trimestre entrante, en este caso abril, mayo y junio, justo en los primeros compases de la temporada turística. Literalmente se han disparado las previsiones de ajuste al alza de las tarifas.
De hecho, el año pasado el porcentaje de empresarios que ya daban por hecho un alza de precios en el arranque de la temporada fue del 7,3 por ciento, y si observamos esa serie de diez años, el porcentaje más alto se registró en el año 2019, un año récord para las llegadas y los ingresos turísticos. Entonces solamente fueron un 8,9 por ciento los negocios decididos a elevar el coste de sus bienes o servicios.
La encuesta ofrece otros indicadores que permiten deducir que los empresarios esperan recuperar buena parte de la actividad perdida tras la irrupción del coronavirus. Por un lado, el llamado índice armonizado de confianza empresarial, la diferencia entre respuestas favorables y desfavorables a la pregunta sobre la marcha del negocio en el próximo trimestre, que se recupera ostensiblemente, aunque sin llegar a arrojar un saldo positivo como en los cinco años previos a la pandemia. El saldo se sitúa en estos momentos en -11,3, cuando hace un año era de -44,6 y en el año más afectado por la pandemia, 2020, fue del -82,3.
Expectativas laborales
Por otro lado, están las respuestas sobre la evolución de la ocupación en los negocios menorquines. Por primera vez desde que arrancó la pandemia el saldo de respuestas es positivo. El 16,7 por ciento de los empresarios prevén contratar a más personal, el 73,2 por ciento prevé mantener estables sus plantillas y solo el 10,1 por ciento contempla una pérdida de ocupación en el próximo trimestre. El año pasado era el 18,6 por ciento y solo un 9,6 por ciento preveía contratar más. En 2019 las respuestas positivas llegaron al 21,2 por ciento y las negativas, al 3,9 por ciento.