La primera manifestación del 1 de mayo en Menorca tras dos años de pandemia ha reunido un centenar de personas este domingo en Maó. Con el recorrido habitual entre la plaza de s'Esplanada hasta terminar en la de la Miranda, la marcha, convocada por los sindicatos CCOO y UGT, ha sido encabezada con la pancarta «La solución: subir salarios, contener precios y más igualdad».
Al finalizar el recorrido, y ante la sede de la dirección insular de la Administración del Estado, los líderes sindicales han intervenido. El de UGT, Servando Pereira, ha elogiado el diálogo social del Gobierno español, que ha dado sus frutos en el pacto para situar el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.000 euros y por último de la reforma laboral, que ha hecho incrementar el número de trabajadores con contrato indefinido.
Por su parte, el líder de CCOO, Antonio Soria, ha reclamado más inspectores para luchar contra la precariedad laboral y ha defendido el papel del trabajador que «en el mundo neoliberal de hoy es tratado como una herramienta».
En cuanto a la representación política que ha estado presente en la manifestación, cabe destacar la presencia del diputado por Guipúzcoa y exalcalde de San Sebastián, Odón Elorza. El diputado, que el día anterior protagonizó la conferencia del acto institucional de los 718 años de la fundación de Alaior, ha asistido a la concentración de la plaza Esplanada en compañía de la presidenta del Consell de Menorca, Susana Mora, el alcalde de Maó, Héctor Pons, así como el exconseller de Movilidad del Govern Balear, Marc Pons, entre otras autoridades.
Por otra parte, también han estado presentes Patricia Font de Més per Menorca y Cristina Gómez de Unides Podem.
Esta mañana a las 07:20 noticias locales en la SER, que no es precisamente muy de derechas, han dicho: "MENOS DE UN CENTENAR de personas". Si la SER dice esto, es que debían ser como mucho entre 50 y 70. Quitando unos cuantos politiquillos del Consell que pululaban por allí, más algunos del Ayuntamiento, más algunos afiliados que viven a sueldo de los partidos de la izquierda, más los inefables liberados sindicales, resulta que de la sociedad digamos normal y corriente, no acudió ABSOLUTAMENTE NADIE. Gran éxito sin duda de estas viejas y anticuadas organizaciones corruptas hasta los huesos, que viven maravillosamente gracias a las generosísimas subvenciones millonarias que, para tenerlos bien domesticados, les concede graciosamente este Estado mastodóntico que tenemos montado en nuestro país, atiborrado de parásitos y sanguijuelas que no hacen otra cosa que chuparnos la sangre a los españoles honrados y trabajadores. Hay que cambiar este estado de cosas y eliminar tanto despilfarro, de lo contrario esto acabará muy mal porque la gente está muy harta.