Casi 40 expertos venidos de 14 países diferentes participan desde este miércoles hasta el viernes en el Llatzeret en la II Conferencia Mundial sobre Meteotsunamis, o rissagues como es conocido en Menorca. El objetivo del encuentro científico es profundizar en el conocimiento de este fenómeno de origen meteorológico y que, en el caso de Menorca, se registra especialmente en el puerto de Ciutadella.
A pesar de la notable acogida que la iniciativa ha tenido entre la comunidad científica internacional, la covid, que aún provoca restricciones en algunos países, ha restado presencia de voces expertas. Tampoco está la representación rusa a causa de la guerra en Ucrania.
A través de las más de 40 ponencias que se presentan a lo lago de las tres jornadas en las que se comparten experiencias, observaciones y características técnicas de los meteotsunamis registrados en todo el mundo, se pretende ampliar el conocimiento y las conclusiones del primer encuentro celebrado tres años atrás en Split (Croacia).
La elección de aquella sede tiene su razón en la isla de Korçula, en el Mar Adriático, donde el fenómeno también es muy acusado. Al término de aquella primera conferencia, Agustí Jansà propuso darle continuidad con una segunda convocatoria en Menorca por ser el puerto de Ciutadella uno de los puntos donde con más frecuencia se repite la elevada oscilación del nivel del mar. «La información es dispersa, pero el interés es mundial, hay que ofrecer canales para conocerla por parte de todos los interesados», explica el físico menorquín.
Hunga-Tonga
Además del Mediterráneo, donde se ha registrado más actividad de los meteotsunamis, se presentan también estudios sobre la respuesta a la explosión volcánica del Hunga-Tonga y sus repercusiones en la atmósfera que dieron lugar después a rissagues.
Otras ponencias ponen de relieve la incidencia de los meteotsunamis en otras regiones del planeta como Gran Bretaña, la república de Vanuatu, el Golfo Pérsico o el Mar Báltico. Además se trata de establecer la relación entre este fenómeno y las erupciones volcánicas registradas a lo largo de la historia.
Una de las finalidades del encuentro científico estriba en la detección previa de los meteotsunamis y las consecuencias sociales con ejemplos de casos reales como los registrados en Ciutadella en décadas pasadas.