Las negociaciones del Ayuntamiento de Sant Lluís con la Demarcación de Costas, en las que también se ha implicado el Govern balear, han dado fruto y este verano podrán volverse a habilitar los amarres y puntos de fondeo que habían sido desautorizados en abril por dicho organismo. Con un mes de retraso las asociaciones y colectivos de amarristas pueden empezar a montar 492 de los 498 amarres que estaban pendientes de este permiso, porque hay seis, ubicados en S'Algar, que deberán adaptarse para que puedan entrar en funcionamiento este verano, según informó ayer el Consistorio en un comunicado.
Costas accede a la prórroga solicitada por el Ayuntamiento de Sant Lluís durante un año, lo que salva la temporada 2022, pero la provisionalidad continúa ya que queda pendiente la elaboración de un plan director que regule todos los puntos de amarre y fondeo del litoral de Sant Lluís.
El gobierno local afirma que trabaja para atender todos los requisitos planteados por Costas, en especial la redacción de dicho plan. En este sentido añade que ya se han mantenido conversaciones con representantes de otras administraciones para que se pueda elaborar el plan regulador de la costa «con la máxima celeridad posible».