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El Parlament aprueba tramitar la Ley de Reserva con la oposición de la derecha

La presidenta Susana Mora y los consellers Josep Juaneda y Cristina Gómez han defendido la propuesta, que ha sido criticada por el PP, Cs, Vox y El Pi por prohibicionista y carente de consenso

La presidenta Susana Mora ha defendido en el Parlament la proposición de ley de Menorca Reserva de Biosfera.

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La propuesta de ley Menorca Reserva de la Biosfera, impulsada por el Consell Insular, ha iniciado este martes su tramitación parlamentaria después de que el pleno de la Cámara autonómica haya aprobado la toma en consideración.

La toma en consideración de la propuesta de ley ha salido adelante con los votos a favor de los socios del Pacte y Més per Menorca. Han votado en contra PP, Cs, El PI y Vox al calificarla de prohibicionista y de carente de consenso.

El pleno del Consell Insular de Menorca aprobó el pasado 25 de abril, con los votos en contra del PP y Cs, la proposición de la Ley Menorca Reserva de Biosfera, tras generar, semanas antes, una crisis de gobierno en la institución insular.

La norma pretende que la distinción de Menorca como reserva de biosfera recibida por la UNESCO, hace 30 años, sea el eje transversal de la gestión del territorio y que, por lo tanto, responda a parámetros de sostenibilidad, preservación del territorio y crecimiento económico.

La propuesta de ley contempla medidas para dotar a la isla de más instrumentos de gestión para potenciar la economía y la industria local, mejorar la cadena alimentaria, apostar por el despliegue de las energías renovables, modernizar la gestión del agua o la protección del medio marino.

Según queda detallado en la propuesta, que ha sido defendida en el pleno del Parlament por la presidenta del Consell, Susana Mora (PSOE) y los consellers Josep Juaneda (més per Menorca) y Cristina Gómez (Podemos), la ley quiere «consolidar, profundizar y hacer perdurar el modelo de ordenación, gestión y desarrollo sostenible y armónico de Menorca, proteger el patrimonio natural, paisajístico, histórico, lingüístico y cultural, material e inmaterial, y perseguir el bienestar la prosperidad de la ciudadanía».

La ley pretende dotar al Consell de Menorca de más capacidad de intervención y decisión en la gestión de los intereses que afectan a los intereses de la isla a través de la transferencia o la delegación de competencias por la vía estatutaria.

Falta de consenso y prohibicionismo

En las intervenciones de los grupos que han votado en contra de la toma en consideración, el diputado del PP Juan Manuel Lafuente ha rechazado el texto porque, a su juicio, una ley de reserva debe contener un marco general de acción, mientras que la propuesta «quiere imponer un modelo radical».

«Solo contiene gastos, prohibiciones y sanciones. Grandes anuncios sin decir nada. Muchas expectativas, inseguridad y conflictos», ha añadido.

«Nadie que afirme ser menorquinista puede votar a favor de este texto», ha afirmado. Lafuente, además, ha lamentado el «paripé» y las luchas de poder en el conjunto de la izquierda de Menorca.

En la misma línea, la diputada de Vox Idoia Ribas ha criticado que la redacción de la ley provocó «la peor crisis institucional en el Consell de Menorca por el órdago de Més y la claudicación del PSIB».

En este sentido, Ribas ha criticado que la presidenta del Consell de Menorca haya sido incapaz de alcanzar un texto con amplia base social que recoja «lo que tiene que ser la Menorca del futuro». Ha advertido, además, de las sospechas de inconstitucionalidad.

En su turno, el diputado de Cs Jesús Méndez, ha afirmado que la propuesta de ley no trata ni de conservación ni de medioambiente sino de autoridad y competencias.

Méndez ha criticado el intento contenido en la propuesta de ley de «torpedear» la actual arquitectura institucional. «La solución no es aumentar el entramado burocrático ni asaltar las competencias estatutarias», ha añadido.

Por su parte, el portavoz de El PI, Josep Melià, ha rechazado la intención de presentar una disyuntiva «entre la ley de reserva de la biosfera y el sálvese quien pueda».

Melià ha rechazado el pensamiento el único y ha argumentado que hay muchas maneras de concretar la compatibilización de la preservación con la actividad humana.

El portavoz de la formación regionalista ha lamentado que la propuesta de ley sea «básicamente decorativa» porque, a su juicio, Menorca «ya tiene una importante protección natural y urbanística con otros instrumentos»

Melià ha motivado su rechazo a la norma por la gran presencia de la burocracia, la remisión a futuros planes de reglamentación y la visión muy centrada en la limitación y la prohibición. Según el portavoz de El PI, la ley tampoco aborda los principales retos de la sociedad menorquina como el de la desestacionalización.

Conservación y protección de los recursos

En el turno de intervenciones a favor de la toma en consideración, el diputado de Unidas Podemos Pablo Jiménez ha destacado que se trata de una ley «específica, trabajada y consensuada» durante mucho tiempo y que pretende dar respuesta desde el ámbito local a los retos derivados de la amenaza del cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

El diputado menorquín ha recordado que Menorca fue castigada duramente durante décadas con la carencia de inversiones y el ostracismo del franquismo por su alineamiento con el republicanismo. Esto, ha argumentado, sirvió para limitar el acceso al turismo masivo que proliferaba ya en los años sesenta del siglo pasado.

«El retraso en la llegada del turismo y la oposición social son la base para que Menorca sea hoy en día un espacio diferenciado del resto de Baleares», ha afirmado.

El portavoz adjunto de Més per Mallorca, Josep Ferrà, ha asegurado que la propuesta de ley ha sido esperada «con ilusión» porque emana de la capacidad de los consells insulares y, por tanto, de los mecanismos «no habituales» y siguiendo el espíritu «de abajo hacia arriba». Ha resaltado el «firme compromiso» de su grupo con la defensa de la biodiversidad, los ecosistemas y los espacios naturales, no solo desde la protección sino desde la «correcta gestión». El portavoz adjunto de Més per Mallorca ha resaltado igualmente su compromiso por el «insularismo» que representan los consells insulares y ha celebrado que permitirá «gestionar la masificación» e influirá en la mejora de la cadena alimentaria, el despliegue de las energías renovables y el impulso de la innovación del sector primario.

Por su parte, el portavoz de Més per Menorca, Josep Castells, ha defendido que es una ley «muy bien hecha, muy explicativa y muy didáctica e innovadora». Castells ha celebrado que la norma busca las formulas para que todas las decisiones puedan tomarse desde Menorca.

«No queremos más competencias para tener más poder, sino para tener una mayor capacidad de decisión y de gestión de la reserva de la biosfera», ha añadido.

El diputado menorquinista ha lamentado que los partidos «siempre favorables a la mano dura» sean los primeros en oponerse a que la ley contenga obligaciones y limitaciones.

En su intervención, el diputado del PSIB Damià Borràs ha criticado en la misma línea que «los paladines de la colaboración público-privada» rechacen la propuesta.

Borràs ha reconocido que la aceleración hacia la transición energética puede hacerse sin la ley, pero, ha matizado, «con la ley se puede hacer mejor».

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