El retraso en las obras de Fornells no solo causa molestias sino, sobre todo, carencia de servicios fundamentales para la actividad náutica y la economía local. Una de las infraestructuras pendientes es la gasolinera, lo que está obligando a profesionales y aficionados a repostar a través de camiones cisterna, navegar hasta Maó o Ciutadella para cargar combustible o, en algunos casos, a utilizar bidones, alternativas todas ellas más costosas o peligrosas.
La gasolinera de Fornells es además la única de la costa norte menorquina, lo que significa que repercute también sobre Addaia, que cuenta con un importante volumen de usuarios.
Tampoco se ha dado prioridad al varadero, un servicio considerado esencial en el puerto. La rampa lleva fuera de servicio todo el invierno y se ignora aún cuándo estará en uso, según denuncia Misericordia Sugrañes, presidenta del PP en Menorca. Por otra parte, señala, «los usuarios con los que nos hemos venido reuniendo desde hace semanas han expresado sus dudas de que la ubicación sea la indicada por la falta de calado de la zona». Asegura asimismo que además de llegar tarde, su operatividad deja dudas.
Boyas
El retrato que el PP hace de las consecuencias de estas obras que están fuera del plazo anunciado para su finalización se completa con las boyas ecológicas. Son 80 las que se venían instalando en la bahía, pero este año aún no están, lo que, a su juicio, ha restado afluencia de navegantes en lo que va de temporada.
«Los empresarios de Fornells han perdido más de 300 potenciales clientes todos los días por culpa de la nefasta gestión de Ports IB, esto es una vergüenza inadmisible», acusa Sugrañes. El perjuicio ha llegado también a la hostelería y el comercio, que están sufriendo un «hachazo descomunal», afirma.
NordDe acuerdo y como tu insistir:esto solo lo arregla un Juez con castigo a los culpables y derribo del edificio a cargo de sus patrimonios personales.Qerella ya!!