El sábado concluyó la prórroga de diez días para acabar las obras en marcha en el puerto de Fornells. Ni han concluido ni lo harán durante al menos una semana u otros diez días, según la impresión de los vecinos.
Ports de les Illes Balears, promotor de la obras, no ha ofrecido más información ni nuevas previsiones del plan de trabajo. Un vecino consultado ayer sobre la situación respondía con ironía que las obras de Fornells «son como el estado de alarma, se actualizan cada 15 días».
Ya tienen asumido que durante los próximos días, es decir en julio ya, van a seguir soportando, ellos y los turistas, polvo, ruido, hormigoneras y la maquinaria pesada que sigue poblando el paisaje de Es Pla.
El paseo marítimo está más liberado de elementos antiturísticos, pero no se libra del paso de camiones. Los negocios de este tramo están siendo los más perjudicados, «restaurantes y comercios continúan en un entorno poco atractivo», comenta Laura Riera, presidenta de la asociación de comerciantes de Fornells.
Los usuarios del puerto echan de menos sobre todo el varadero y la gasolinera, dos elementos de trascendencia para la actividad náutica. El primero, a falta de confirmación, habría sufrido problemas de estructura durante las obras de ejecución.
Gasolinera
Respecto a la gasolinera, se ha constatado un importante retraso en el suministro de los surtidores, que saldrán de fábrica en el plazo aproximado de una semana. El depósito de combustible ya está soterrado, pero han de vaciarse de agua primero los tanques, llenarlos después de gasoil y realizar pruebas informáticas del sistema.
Es probable que en los próximos días, posiblemente no antes de diez, según las previsiones del concesionario del servicio, pueda entrar en funcionamiento. Será, por tanto, en julio.