El Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB) considera que relajar las restricciones de densidad, el número de viviendas que los planes generales marcan como máximo por edificio, en determinadas zonas de los pueblos, especialmente en los cascos urbanos, podría servir como acicate para poder convertir más locales comerciales situados en plantas bajas en una nueva oferta de viviendas que puedan ser especialmente interesantes para perfiles crecientes en nuestra sociedad, como personas mayores, con movilidad reducida o nuevas familias.
El presidente de la delegación menorquina del colegio oficial de arquitectos, Enric Taltavull, explica que esta es una demanda general para el conjunto de Balears y se refiere a una casuística: «En un casco antiguo, en edificios con planta baja y dos alturas, no se debería impedir que los bajos se convirtieran en una vivienda por el criterio de densidad», que entiende que debería incrementarse, más «teniendo en cuenta el nuevo modelo de familias (monoparentales por ejemplo) que necesitan menos espacio».
Taltavull es consciente de que medidas así no servirán completamente para solucionar el problema existente de acceso a la vivienda, pero sí considera que incrementar las densidades permitidas en determinados edificios sí que puede ser parte de la solución en algunas zonas.
En el Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Maó, el municipio que acumula más locales vacíos, explican que por el momento se va registrando un goteo de casos que pasan por junta de gobierno, pero no han detectado una tendencia significativa al alza, son todavía casos puntuales y, aseguran, no tan relacionados con la necesidad de acceso a la vivienda, como con la imposibilidad de adecuar locales obsoletos a nuevas normativas.