El Consejo de Administración de Autoridad Portuaria aprobó ayer la concesión de 30 amarres en la Punta de Cala Figuera para esloras de hasta 60 metros a la empresa Tanit Ibiza Port. Se trata de uno de los cinco pantalanes, el dedicado a las embarcaciones más grandes, que hasta ahora formaban parte del conjunto que todavía está en manos de Trapsayates.
Es un nuevo desembarco del poderío económico de la náutica pitiusa en el puerto de Maó después de la reciente concesión de la línea de amarres de La Sirenita a Poon Hill SL, una empresa participada por Marina de Formentera. La llegada del nuevo operador portuario se ha producido a golpe de talonario, ganando el concurso público merced a una propuesta económica imbatible respecto al resto de ofertas, entre ellas la del Club Marítimo de Mahón.
Tanit Ibiza aplicará unas tarifas de 7 euros por metro cuadrado y día en temporada alta y un canon anual de 800.000 euros. Sin embargo, las tarifas de los amarres de base son las más bajas, lo que supone un enfoque del negocio hacia las embarcaciones en tránsito, propios de la náutica de lujo. De hecho los amarres que gestionará Tanit son los destinados a los barcos de mayor eslora.