El paquete de medidas de ahorro energético que ha decretado el Gobierno va encaminado principalmente a reducir la dependencia del gas natural ante el riesgo cierto de que Putin corte el suministro a Europa como represalia por las sanciones que se le está imponiendo por la invasión de Ucrania. De hecho es un acto de solidaridad con el resto de Europa ya que España es uno de los países menos dependientes de esa materia prima para alimentar su sistema energético.
En el último eslabón de esa cadena de solidaridad se encuentra Menorca, una isla en la que casi el 98 por ciento de la electricidad se produce en la central de Maó, que ha venido funcionando a base de fueloil y gasoil hasta el pasado mes de julio, cuando el único combustible pasó a ser el gasoil. La aportación de la Isla a esa reducción del consumo de gas se limita a parte del mix energético que llega desde el cable de interconexión submarina con Mallorca, donde las centrales de ciclo combinado sí son mayoría.
Para ahorrar ese 7 % que pide Europa lo mejor sería dejarse de chapuzas y poner en funcionamiento las centrales de cogeneración que producen electricidad y calor al mismo tiempo con una eficiencia del 80 al 85 % y de las que ahora están paradas más de la mitad por la equivocada política energética del gobierno, que ha priorizado las centrales de ciclo combinado que tienen un rendimiento aproximado del 50 % del gas que queman, mientras las centrales de cogeneración aprovechan también el calor producido por la combustión del gas para generar más energía. En Portugal lo están haciendo, mientras en España las centrales de cogeneración que aportan normalmente un 11 % de la energía producida en estos momentos suponen apenas un 4 %. El plan de Sánchez no sólo va a fracasar sino que es ya un rotundo fracaso, pero ha quedado demostrado que sus palmeros son muy capaces de aclamar hasta los más sonados fracasos. Es muy cierto que, de momento, lo que ya ha conseguido el gobierno es que España duplique en julio su dependencia del gas y ya ha aumentado un 83% su consumo para producir electricidad.