Portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián fue el ponente este viernes tarde de las tertulias a la fresca en Es Mercadal. Su perfil independentista y su discurso contundente propiciaron más expectación que la obtenida por el ministro Félix Bolaños unas semanas atrás.
¿Qué mensaje trae?
—No tengo un discurso preparado, la experiencia me dice que la gente quiere ser escuchada, prefiero el coloquio, la gente está harta de ‘chapas'.
¿Qué le está pareciendo esta legislatura con el presidente Sánchez tan acosado?
—Decepcionante, creo que este gobierno tenía una oportunidad histórica de hacer mucho más.
¿Teme que su apoyo al Gobierno le pasará factura a ERC?
—Esquerra Republicana tiene 91 años de historia, nos han fusilado a un presidente, tenemos una secretaria general en el exilio, hemos tenido un presidente en la cárcel... Nos pueden pasar muchas cosas peores. ERC no saldrá malparada, la mayoría está a favor de que la gente hable y que se entienda, incluso los que piensan diferente y que llevan la banderita de España en la pulsera. Guste más o menos todo se arregla dialogando. Más que nada porque ya se ha probado la otra vía, la de encarcelar, falsear, vilipendiar y empíricamente no ha servido de nada. Encarcelar a Junqueras no ha supuesto que ningún independentista haya dejado de serlo.
Pero las últimas encuestas apuntan a un descenso del espíritu independentista.
—Siempre digo lo mismo, si somos tan pocos, hagamos un referéndum, que perderemos.
¿No han cambiado la apuesta del referéndum?
—Es la mejor manera de solucionar las cosas, la más democrática.
¿Circunscrito a Cataluña?
—Es que si no sería la primera vez en la ciencia política contemporánea que un proceso de autodeterminación se vote en otro lugar. El referéndum de Escocia no se votó en Londres.
ERC y Junts se han distanciado mucho, ¿se ha dividido también el independentismo?
—Son dos grupos ideológicamente muy diferentes. A nivel municipal es sano, pero a nivel nacional tiene más coste, son contradicciones que también pasan en España, por ejemplo entre PSOE y Unidas Podemos.
¿Pasan por su peor momento?
—Creo que hay mucha gente de frontera, progresista, que se siente republicana que puede llegar a acercarse con nuestro discurso en el Congreso, las disputas son minoritarias.
¿Les ha debilitado la estrategia de Pedro Sánchez al crear la Mesa de Diálogo?
—No ha sido una maniobra, Sánchez no estaría en La Moncloa si no estuviera en marcha la Mesa, todo el mundo lo tiene claro. Falta que dé resultados y ojalá ERC estuviera más acompañada
¿Le gustaría ver el regreso de Puigdemont?
—Por supuesto, me gustaría que volviera cualquier exiliado o exiliada como Marta Rovira. Se ha ridiculizado mucho el exilio cuando al final también es una manera de prisión.
¿Qué le pareció el boicot al acto de recuerdo y homenaje a las víctimas del atentado yihaidista?
—Miserable. Es una actitud miserable ante cualquier víctima de terrorismo. Durante mucho tiempo hemos visto también imágenes de boicot al 11-M contra Pilar Manjón, madre de una víctima de aquellos atentados simplemente porque era de Izquierda Unida, lo hacía la ultraderecha española, la insultaban. Ver ahora estas imágenes en Catalunya me sabe muy mal.
¿Aguantará el Gobierno de Sánchez hasta el final de legislatura?
—Ha acabado el Gobierno italiano, el alemán, el francés ha pasado por unas elecciones, peligra incluso el norteamericano pero el gobierno catalán continúa. Y el español también, a pesar de que hace tres años que escucho que va muy mal y que está a punto de caer y aquí estamos.
¿ERC mantiene firme el compromiso de apoyo a Sánchez?
—Semana a semana, vamos partido a partido, como dice Simeone. El PSOE a nivel nacional no hace, se le obliga a hacer por parte de las fuerzas de izquierda, es nuestra responsabilidad por la gente, hacemos política para todos independientemente de la ideología.
¿Qué debe hacer el Gobierno ante una petición de indulto a Griñán, condenado por malversación y prevaricación?
—No tengo ni idea, pero eso es corrupción ¿no? A priori, suena mal indultar a corruptos.