El desastre que ocurrió hace casi un año en Ferreries debido a los 126 litros por metro cuadrado que cayeron en el municipio y en zonas de Es Mercadal durante apenas tres cuartos de hora no ha implicado una intervención decidida del Govern en los torrentes para evitar que se repita. Existen varios proyectos integrales ya redactados pero ninguno se ha ejecutado todavía.
Cierto que la descarga natural de tanta agua era inasumible para este tipo de canales en la mayoría de circunstancias, pero desde entonces los torrentes continúan sin ser limpiados como reclamaban payeses y propietarios de fincas perjudicadas. El Govern dijo en abril que había destinado 224.000 euros a las reparaciones de urgencia que se hicieron en ambos municipios tras la riada, aunque no ha intervenido en su limpieza y mantenimiento desde entonces.
La Conselleria balear de Medio Ambiente, que dirige Miquel Mir, justifica la demora en la intervención anunciada desde el Parlament, en los torrentes de Sa Cova, Trebalúger, Sa Branca, Calafí Vell y Algendaret «por la tramitación de las autorizaciones pertinentes para actuar, que corresponde a la Xarxa Natura 2000».
Esa tramitación, por tanto, impide que se ejecuten tres proyectos que ya están cerrados, asegura la alcaldesa de Ferreries, Joana Febrer. Son los del torrente del Camí de ses Vinyes, el del Camí de Son Patrici hasta el Polígono Industrial y el del Barranc de Trebalúger. Sin embargo, carece de proyecto todavía el del Barranc d'Algendar, otro de los escenarios que más sufre las lluvias torrenciales y los fuertes vientos.
«Han venido varias veces, han pasado drones pero todo está igual, no se ha hecho nada», explica Pere Bosch, payés de Son Olivar, en el Barranc de Trebalúger. «Nos aseguraron que empezarían el 15 de agosto pero aquí no ha venido nadie», añadió. «Hoy -por el jueves- han caído 35 litros y el torrente ya va desbordado».
Flora Ritman, del Molí de Baix, en el Barranc d'Algendar, también lamenta la falta de actuación hasta ahora. Admite que no es una zona fácil, «o quizás es mejor mirar a otro lado», pero siendo un lugar de alto valor ecológico «deberían ver la obligación y oportunidad de estudiarlo y crear un plan de actuación», como han hecho en los otros. «No me consta que tengan planificado nada». Recuerda que costó «mucho trabajo recuperar los huertos damnificados, y mientras tanto se perderá toda ese agua tan valiosa».
El pleno del Consell solicitó un mes después de la riada del 21 septiembre a la Dirección General de Recursos Hídricos un plan urgente para mejorar el mantenimiento y la limpieza de los torrentes de la Isla. Reclamaba medidas para paliar los efectos de las tormentas que los desbordan debido a las ramas, troncos, barro y suciedad acumulados en la mayoría de ellos que impiden el flujo correcto del líquido, pero su petición aún no ha tenido efecto práctico. «Lo que sabemos es que tienen proyectos integrales pendientes de ejecución», indica el conseller menorquín, Josep Juaneda.
El mantenimiento y la limpieza de los torrentes en zonas rústicas es competencia de Recursos Hídricos. Estas tareas se realizan a demanda de administraciones, particulares o bien de oficio, según observan los vigilantes repartidos en las islas, uno de ellos en Menorca. Joana Garau, directora general de Recursos Hídricos, ha manifestado esta semana que el estado de los torrentes del Archipiélago es óptimo, si llueve con moderación. Meses atrás recordó que es imposible hacer un mantenimiento periódico de los 1.000 kilómetros de torrentes que hay en Balears, aunque muchos de ellos por su situación tienen un mantenimiento natural.