El pleno del Consell aprobó este lunes por todo lo alto el Plan de Acción de la Agenda Urbana de Menorca. Lo hizo como pocas veces se ve en la máxima institución insular, con el voto favorable de todos los grupos políticos –incluido el PP– y sin apenas fisuras, más allá de las dudas que genera entre los populares la ejecución de las ambiciosas medidas previstas. Es un apoyo significativo ya que, vistos los plazos establecidos (la mayoría hasta 2026) y la cercanía de las elecciones, en mayo de 2023, quién sabe si al final será a la actual oposición a quien le toque llevarlo a la práctica.
Se trata de un documento que, como ya avanzó este diario, cuenta con 28 acciones concretas que buscan en su inmensa mayoría la financiación de los fondos Next Generation de la Unión Europea. De la suma de los presupuestos estimados para poder cumplir con la llamada Agenda Urbana menorquina resulta una cifra mareante, 94 millones de euros. Se trata de una estimación de mínimos ya que hay algunas actuaciones que todavía no han podido ser cuantificadas como la regeneración de zonas urbanas como Quintana de Mar y Es Pla, en Ciutadella. Otras se prevén afrontar con fondos propios o son de difícil cálculo.
La aprobación del plan en el que la consellera de Ocupación, Vivienda y Cooperación Local, Cristina Gómez, lleva trabajando con especial predilección desde hace años, se tuvo que llevar a cabo sin esperar al pleno ordinario del mes de septiembre. El calendario exigía y al final se ha tenido que acelerar el paso. El Gobierno había requerido que los territorios piloto de la Agenda Urbana –Menorca es entre ellos la única isla española– remitieran sus planes de acción el 13 de septiembre. El Consell ha cumplido in extremis.
Los asistentes al pleno daban algunas pistas sobre la importancia que se le da a este plan en el partido responsable de elaborarlo, Unidas Podemos, como de los actores que estarán implicados en su ejecución. La presencia del diputado del Congreso Juan López de Uralde (UP) por lo primero, y la de alcaldesas y representantes municipales, por el segundo.
Los Ayuntamientos serán en muchos casos los encargados de elaborar los proyectos –algunos ya están hechos– y de llevarlos a ejecución. Gómez ya apuntó que tendrá que haber cambios en los PIC (planes de cooperación local) venideros para dar prioridad a estas inversiones. La UE no está para bromas con los fondos de recuperación. «Son cosas (algunas medidas) que se pueden hacer desde ya», explicaba la consellera.
Este plan de Agenda Urbana, un término todavía desconocido para el común de la población que viene a aterrizar en el entorno urbano los grandes objetivos de desarrollo sostenible, tendrá que recibir primero el visto bueno del Ministerio y luego esperar a que se publiquen las famosas convocatorias específicas de los fondos europeos para ver si finalmente el dinero llega.