Las obras de rehabilitación de la farmacia Llabrés, en pleno casco histórico de Ciutadella y bello ejemplo de la arquitectura modernista, están acabadas desde hace siete meses. Su inauguración sigue pendiente, sin embargo, de la agenda de la reina Letizia, quien asume el protocolo de la Casa Real relacionado con asuntos sociales.
Fuentes de la Casa Real informaron ayer que al menos a siete días vista, no figura en la agenda de la reina el desplazamiento a Menorca para la apertura de lo que pretende ser «un referente cultural inclusivo y sin barreras comunicativas», según el proyecto definido para este emblemático edificio.
La gestión del mismo durante los próximos diez años la asumirá la Fundació per a Persones amb Discapacitat, según figura en el convenio firmado entre esta y la Fundación Hesperia, la entidad creada en 2010 por la Casa Real al recibir la herencia de Juan Ignacio Balada. La Fundació está tan ilusionada como expectante por poner en marcha el proyecto, que combina el valor cultural con el desarrollo socioeducativo.
A finales de febrero se dio a conocer la finalización de las obras, en las que ha colaborado la sociedad Martí Bella, y el plan de usos, orientado a «preservar, mantener y acercar a la ciudadanía un edificio emblemático con el fin de conocer su esencia», según se refleja en el mismo. Significa que será un espacio abierto a las visitas, un uso que se simultaneará con las actividades y talleres propios de la Fundació. «Todo está a punto», indicaron ayer fuentes de esta entidad, que ya comunicó el fin de las obras a la Casa Real. Esta había expresado su deseo de participar en la inauguración y puesta en marcha del proyecto sociocultural, de ahí la espera.
Todo el inmueble ha sido adaptado para personas con movilidad reducida, el mobiliario ha sido restaurado y los elementos de la farmacia ordenados con el fin de resaltar su valor.