A efectos prácticos, el nuevo sistema de recogida de residuos puerta a puerta, previamente seleccionados, en todos los hogares de Maó y Es Castell, no se iniciará hasta el próximo mes de febrero.
Aunque la última fecha prevista para su puesta en marcha era el pasado julio, en lo que a la campaña de comunicación e información se refiere, el retraso en la licitación del suministro de todos los materiales necesarios para el servicio ha echado al traste la planificación del Consorcio de Residuos y Energía. Los cálculos que se manejaban, según anunció antes del verano, pasaban por tener la recogida selectiva puerta a puerta plenamente operativa a finales de este año, tanto en Maó como en Es Castell pero esta demora retrasará la implementación total, probablemente al último trimestre de 2023.
Hasta el pasado día 17 de este mes de octubre no se ha adjudicado el suministro de contenedores y áreas de aportación cerradas para la recogida separada de residuos en los dos municipios del levante insular. La primera licitación quedó desierta por lo que fue necesario repetirla.
El Consorcio, en todo caso, mantiene la implantación gradual del servicio dividida en cinco sectores, desde la periferia y urbanizaciones hasta los núcleos urbanos. Esteve Barceló, director insular de Medio Ambiente, explicó ayer que «el propósito final es que el servicio esté operativo para la totalidad de ambos municipios antes de que concluya el próximo año», cuando ya se habrán incorporado las viviendas del quinto y último sector que corresponde a la zona urbana de Maó. No se descarta que hayan de aplicarse cambios adaptados a las circunstancias que la implantación progresiva vaya generando.
Entre uno y dos meses antes de que se inicie la retirada selectiva puerta a puerta, los vecinos del sector al que le corresponda el turno serán destinatarios de la campaña informativa diseñada por la empresa Gram Illes Balears.
Será información pormenorizada directa que recibirá cada ciudadano en su domicilio además de explicaciones en reuniones conjuntas, entre otras iniciativas que aún no se han detallado. Habrá, por tanto, tantas campañas informativas como sectores hay en que se ha dividido la implantación gradual del servicio.
La primera, del sector uno, será entre diciembre y enero de manera que el servicio práctico de la recogida selectiva pueda iniciarse en febrero. Corresponderá a los residentes en Sant Climent, Canutells, Binixíquer, Binidalí y Llucmaçanes. Les seguirán las urbanizaciones de Es Castell, a continuación las de Maó, Es Grau y Sa Mesquida, la siguientes será la zona urbana de Es Castell, y la última, la zona urbana de Maó, ha precisado el director insular, Esteve Barceló.
Calendario semanal
La periodicidad de la recogida selectiva vendrá calendarizada semanalmente para cada fracción. Cada vecino deberá bajar al área de aportación cerrada que se instalará frente a su comunidad los residuos orgánicos en el recipiente específico, un mínimo de tres o cuatro veces por semana en los días que se le indiquen. En principio, plásticos y envases se retirarán dos o tres veces cada siete días, y vidrio, una o dos veces a la semana. En los casos de viviendas unifamiliares en planta baja la recogida se hará en la misma puerta. Las áreas de aportación sustituirán a los actuales contenedores, también de forma gradual.