Josep Maria Quintana es el presidente de la Associació de Productors d'Oli de Menorca, que agrupa a 17 productores. Su principal proyecto es que el aceite de la Isla se reconozca con la Indicación Geográfica Protegida (IGP), un proyecto que ya se ha elaborado, que ha llegado a la Conselleria balear y que ha de conseguir el visto bueno de Madrid y Bruselas. Explicó que ahora el aceite de la Isla se presenta como un producto español y que con la IGP tendrá la personalidad propia de su origen.
Otro aspecto interesante que destacó es la forma ecológica de la producción. En España, el 7,2 por ciento del aceite es de producción ecológica, en Balears, un 22 y en Menorca un 60 por ciento. Considera que este factor permite al aceite de la Isla diferenciarse de otros productos, sumando el valor de la Reserva de Biosfera. Se refirió al riego por goteo con el mínimo consumo de agua y a las prácticas de agricultura regenerativa.
En su intervención en el Foro Agro Santander hizo un repaso a la historia de la producción de aceite en la Isla. Hay datos de que ya se elaboraba aceite durante la ocupación romana. Después se dispone de información del siglo XIV, tras la conquista catalana, del pago del diezmo con aceite. En el «Die balearem», el Archiduque Luis Salvador indica que el aceite de Menorca es de la misma calidad que el de Mallorca.
Josep Maria Quintana destacó que la producción de aceite, así como la de vino y miel, por ejemplo, permiten diversificar la actividad del sector primario. Actualmente hay 51 fincas en la Isla en las que se han plantado olivos de distintas variedades, que encajan perfectamente con el paisaje menorquín, que es una tierra de acebuches.
Destacó la calidad del producto de la Isla. Una prueba es que la acidez se sitúa en un 0,2, cuando la calidad virgen extra permite hasta un 0,8.