El Ayuntamiento de Ciutadella tiene claros indicios de que la antigua concesionaria de la construcción y explotación del nuevo cementerio municipal, Edifincas Menorca, se ha venido lucrando con la venta presuntamente fraudulenta de sepulturas que tenía que haber entregado al Consistorio cuando finalizó el periodo de concesión en el año 2005. Así lo denuncian tres informes -el último de ellos fechado el pasado mes de mayo- en que los funcionarios municipales revelan graves incumplimientos de las cláusulas del contrato y observan indicios penales de fraude que aconsejan poner en conocimiento de la Fiscalía.
El pliego de cláusulas administrativas del contrato de construcción y explotación del nuevo cementerio establecía en su cláusula 11 que una vez concluido el periodo de concesión la empresa estaba obligada a hacer entrega al Ayuntamiento de todos los terrenos, la obra ejecutada e instalaciones, incluidas las sepulturas que no se hubieran vendido. Sin embargo, en el acta de entrega no figuraba ninguna de las unidades de enterramiento que habían sido construidas por la concesionaria, dando a entender que se habían vendido todas.
En el último momento y a familiares de la empresa
Los informes apuntan que «se ha podido detectar que muchas de las transmisiones fueron efectuadas poco antes de finalizar el plazo de la concesión y a nombre de personas relacionadas familiarmente o laboralmente con la empresa concesionaria», según se hace eco el concejal de Ciudadanos, Eudimio Carrasco, que ha elevado la cuestión al pleno municipal.
Los informes apuntan a una práctica que «se podría llamar engañosa» por la que se vendían simuladamente diferentes sepulturas -desde panteones a tumbas horizontales- a particulares estrechamente relacionados con la empresa con el objetivo de no tener que ponerlas en manos públicas, «con la cual cosa, después han seguido explotando ellos mismos la venta de los nichos». Y al parecer lo han venido haciendo hasta hace muy poco.
En el más reciente de los informes se revela que solamente entre los años 2018 y 2021 se llevaron a cabo 23 transmisiones en las que está implicada la antigua concesionaria. Entre los vendedores figuraban nombres tan vinculados con la empresa como el de su representante y apoderado, que trasmitió tres sepulturas en ese periodo, o el de un socio de la misma empresa, que figura como vendedor de siete sepulturas, según se puede leer en el ruego que Ciudadanos elevó este jueves al pleno municipal tras tener acceso a los informes. Hay que tener en cuenta que la normativa no permite poseer más de dos unidades de enterramiento por persona.
Conclusiones de los funcionarios
Son algunos ejemplos de la autoría de esas transmisiones cuyo importe supera en algunos casos los 20.000 euros. Los funcionarios municipales concluyen que el Consistorio debe depurar los fraudes que parecen haberse producido y exigir la reparación de los perjuicios ocasionados, por lo que informan favorablemente a la incoación de expediente de recuperación de las sepulturas que deberían haber sido entregadas al Ayuntamiento al concluir el periodo de concesión. En ese sentido, incluso se llega a apuntar a la opción de remitir a la Fiscalía el caso si -como parece- «se observan indicios penales de fraude».
La antigua concesionaria figura como interlocutora de las transmisiones
Los funcionarios municipales no solamente han detectado al menos 23 operaciones de compraventa de sepulturas en las que el vendedor está estrechamente relacionado -ya sea por vínculos familiares o laborales- con la antigua concesionaria del cementerio, sino que cuentan con un indicio todavía más evidente de que ésta seguía haciendo negocio con las sepulturas tras el fin de la concesión. Uno de los informes entregados al equipo de gobierno subraya «el hecho de que el titular de la antigua concesión es el mismo que hace de interlocutor en relación a las transmisiones y que su dirección es la de notificación de las mismas». Cabe destacar también que la modalidad de transmisión intervivos es bastante inusual, por lo que 23 de ellas en tres años suponen una anomalía estadística.
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