El polideportivo de Ferreries vuelve a estar operativo después de que haya sido retirado el parqué dañado por las filtraciones de agua. En el piso vuelve a lucir la antigua pista de PVC hasta que se determine qué tipo de material se instala para mejorar las condiciones de la actividad deportiva y modernizar una infraestructura que ha cumplido 30 años y demanda actualización.
El Ayuntamiento ha encargado un informe a un arquitecto externo para que realice una valoración y oriente sobre el material más conveniente para la pista teniendo en cuenta el emplazamiento del ‘poli', ubicado en una zona inundable y a un nivel inferior al de la calle y el campo de fútbol. Mientras no se disponga de esa valoración técnica no se tomará una decisión sobre la modernización de la infraestructura.
Por razones de calidad y seguridad para los jugadores, los deportistas prefieren el parqué, aunque también se baraja la opción de un suelo de caucho, que mejoraría el estándar de calidad del PVC. Se espera que el informe aporte las cualidades, ventajas e inconvenientes de cada opción u otras que se planteen.
En cualquier caso, la alcaldesa Joana Febrer recuerda que ha de ser una decisión que evite la repetición del problema de las filtraciones de agua y el consiguiente daño de la cancha. Y ese problema tiene más que ver con la zona de humedal en la que está construido el poli. El centro escolar público, vecino del poli, se levantó en 1977 sobre pilares para evitar ese problema y viviendas próximas han de utilizar bombas constantemente para la evacuación de la humedad.