El Consell insular confía en la efectividad del nuevo servicio de recogida de basura puerta a puerta que se implementará en Menorca para mejorar las cifras que sitúan a la Isla a la cola de Balears en materia de reciclaje. Aunque aún no ha trascendido la fecha en que dará comienzo la nueva prestación, el conseller de Medio Ambiente Josep Juaneda advirtió este jueves que arrancará «de forma inminente» en Maó y Es Castell. «El formato de recogida puerta a puerta permitirá, por fin, aumentar los niveles de recogida separada de residuos y que haya un volumen mínimo que acaba en los vertederos o incineradores», aseguró en la presentación de un estudio elaborado por la fundación Rezero.
Según explicó Juaneda, se espera que el sistema esté plenamente operativo en los dos municipios de llevant este año y «ya están en marcha los estudios para ejecutarlo en el resto de localidades de Menorca». El servicio puerta a puerta en los domicilios y comercios prevé la recogida de los residuos separados en cinco fracciones (papel-cartón, vidrio, envases ligeros, materia orgánica y resto) en unos días y horas determinados para cada una. Incluye, además de la recogida en sí mediante contenedores y áreas de aportación cerradas, una campaña de sensibilización y una supervisión del trabajo para garantizar una gestión eficiente.
«Empezar y continuar de forma progresiva la implementación de sistemas de recogida puerta a puerta es clave para mejorar los resultados de recogida selectiva tanto en cantidad como en calidad, especialmente de la fracción orgánica», reveló la directora del estudio de Rezero, Alba Cabrera. Esta sería, a su modo de ver, una de las medidas a aplicar a corto plazo en la Isla para revertir la situación actual y virar hacia una tendencia más sostenible, junto con la apuesta por todas aquellas actuaciones que sensibilicen y fomenten prácticas como la reutilización.
Hay que recordar que, de acuerdo con el último Análisis del Sistema de Gestión de los Residuos Municipales en Balears, del 2021, tan solo un 21 por ciento de los residuos fue depositado de forma selectiva, un porcentaje que se aleja bastante del 55 por ciento que establece la Unión Europea para el año 2025 y del 65 por ciento que marca como tope para el año 2030.