El Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Ciutadella (PMUS) recoge que la ciudad padece una grave falta de plazas de aparcamiento, la cual se agrava de forma muy importante los meses de verano. Por eso, y anteponiendo el derecho de los residentes, los técnicos recomiendan limitar el acceso a los vehículos foráneos, redirigiéndolos a bolsas de estacionamiento perimetrales que, a su vez, deberán «ser mejoradas y señalizadas a tal efecto».
El estudio realizado por la consultora Desarrollo, Organización y Movilidad, Doymo, estima que en Ciutadella hay un parque de 25.159 vehículos (14.229 turismos, 4.659 motocicletas, 3.450 camiones y furgonetas, 2.044 ciclomotores, y otros), cifra que se eleva de forma destacada durante la temporada.
A esto, hay que añadir que hay unas 9.419 plazas de aparcamiento, el 65 por ciento de estas en calzada (reguladas, o no), y un 20 por ciento fuera de ella (garajes particulares individuales o colectivos, solares). Y recoge que existen 13 grandes bolsas de aparcamiento repartidas por la ciudad, con un total de 1.242 plazas.
Sin embargo, «no hay una gestión conjunta de estos espacios», ni «un sistema de señalización, ni estático ni dinámico, que ofrezca a los usuarios una visión global de las posibilidades» que, cuando acceden al municipio, existen para aparcar.
El déficit de plazas de aparcamiento que sufre, ya de por sí, el residente en temporada baja y que genera situaciones de estacionamientos indebidos y prohibidos, se agrava en verano, cuando se multiplica el número de vehículos que acceden a la ciudad.
«En un escenario ideal, donde solo estacionaran los residentes, existiría un déficit teórico global de estacionamiento de 3.166 plazas». Sin embargo, el déficit infraestructural, que «solo tiene en cuenta la oferta en garajes de vecinos, se obtiene que 9.998 turismos se ven obligados a estacionar en la calle, obteniéndose un índice de cobertura de garajes del 17 por ciento», señala el informe.
Asimismo, otra de las recomendaciones es instaurar la zona azul los domingos y festivos, especialmente en verano.
Aceras más anchas
Con la necesidad expresada de una mayor cantidad de bolsas de estacionamiento en el perímetro de Ciutadella (teniendo en cuenta las distancias cortas que hay hasta el centro), el PMUS se refiere a la necesidad de dar prioridad al peatón y a los vehículos sostenibles, como bicicletas o patinetes.
Lo primero que destaca el equipo redactor del plan, es que, por lo menos la mitad (49 por ciento) de aceras (no del casco antiguo, que son principalmente peatonales, sino del exterior) no cumplen con el ancho mínimo, por lo cual quedan definidas como inaccesibles. De ahí que sea recomendable «invertir las prioridades» para «dotar de mayores beneficios a los modos de transporte sostenibles», en aras a una «mayor accesibilidad, calidad de vida, salud y comodidad», ampliando aceras, aunque sea a costa de plazas de estacionamiento.
Por otro lado, hay calles que son claves para potenciar el uso del transporte público, como el Carrer de la Creu, que comunica la estación de la Vía Perimetral con el centro histórico, y que tiene «aceras inaccesibles al darse completa prioridad al vehículo motorizado».
El apunte
La gran bolsa de estacionamiento de la Plaça des Born atrae más tráfico
El plan pone de relieve que el hecho de contar con la gran bolsa para aparcamiento de la Plaça des Born, supone una atracción del tráfico hacia el centro con la esperanza de encontrar sitio. Esto provoca graves saturaciones en las principales arterias de la ciudad, tanto la Contramurada como los distintos accesos y calles cercanas al centro.
Como positivo, se destaca que el casco antiguo, de tráfico restringido, da mucha prioridad al peatón.