El Pla de cas Rector de Sant Lluís se convirtió este sábado en el escenario de un acto de sensibilización organizado por el Fons Menorquí de Cooperació, en colaboración con el Ayuntamiento, para denunciar el «genocidio migratorio» que ha convertido el mar Mediterráneo «en un cementerio».
La entidad se ha sumado de esta forma a una acción a escala nacional para recordar que solo el año pasado se han registrado 2.390 víctimas mortales en las distintas rutas migratorias, de las que 288 son mujeres y 101 niños, según los datos extraídos del informe «Derecho a la vida 2022».
El Fons Menorquí considera «esencial» que se faciliten «vías legales y seguras para que las personas demandantes de asilo puedan ejercer su derecho a pedir refugio en los países europeos y no se vean obligados a arriesgar su vida en un camino que, muy probablemente, les llevará a la muerte».
Para hacer visible esta reivindicación se ha llevado hasta el casco urbano de Sant Lluís la patera que en el año 2019 llegó hasta Biniancolla con diez personas a bordo que arriesgaron su vida para llegar a la isla. De hecho, la ruta migratoria por mar desde Argelia es la segunda más mortífera, con 464 víctimas el último año, solo superada por la de Canarias, con 1.784. El 94 por ciento de los fallecidos desaparecen en el mar y sus cuerpos nunca llegan a ser recuperados.