Los británicos necesitarán pedir una permiso para entrar en los 27 países de la Unión Europea. El Brexit impedirá así a los turistas ingleses seguir disfrutando de la libertad de movimientos del espacio Shengen. El nuevo sistema europeo de información y autorización de viajes, ETIAS por sus siglas en inglés (European Travel Information Authorisation System) entrará en vigor a partir de noviembre de 2023, según informó el Mallorca Daily Bulletin, el semanario británico del Grup Serra, y confirmó el Ministerio de Exteriores a Ultima Hora. Los ciudadanos del Reino Unido deberán, por tanto, solicitar y pagar el permiso, de tres años de validez, para entrar en la Unión. Un trámite que, en casos extremos, podría ser denegado.
Este sistema requerirá a los ciudadanos de este país que se registren en la página web y paguen por adelantado mediante el sistema ETIAS antes del viaje. El coste aproximado de la solicitud de visa será de siete euros. Cada vez que quieran cruzar una frontera externa de la Unión Europea, deberán escanear su pasaporte y otros documentos en máquinas de autoservicio. Los residentes en la UE y aquellos con visas de larga duración estarán exentos. En la actualidad, los visitantes británicos en países de la Unión Europea deben de cumplir los denominados requisitos «de tercer país» de la UE, además de tener que ser válidos, al menos, hasta tres meses después de abandonar el país europeo que quieren visitar.
En la actualidad, los ciudadanos británicos solo deben mostrar su pasaporte, expedido hace menos de diez años y con mínimo seis meses restantes de validez, al entrar en un país de la Unión Europea. También se les puede exigir estar en posesión de un billete de vuelta o demostrar que puede pagarlo y mantenerse durante su estancia. Solo pueden permanecer seis meses sin necesidad de solicitar un visado.
Una medida de impacto en Baleares
El turismo británico es el segundo más importante de las Islas. El 32,6 % de los viajeros internacionales que visitaron Baleares durante 2022 procedía de Alemania (4,3 millones), y el 25,5 %, de Reino Unido (3,36 millones). No obstante, si bien las cifras de llegadas demuestran que el visitante británico se mantiene fiel a las Islas, las cifras de gasto turístico revelan los efectos que están teniendo la inflación y el desplome de la libra esterlina sobre su bolsillo. Así, el gasto por persona de los británicos ha bajado un 5,6 % cuando la media entre todos los mercados es de una subida por encima del 4 %. Asimismo, el gasto por persona y día desciende un 0,3 % en un contexto general que arroja un promedio del 14,5 % de subida (el gasto de los alemanes ha aumentado un 3,5 %). El poder adquisitivo de los británicos está tocado y las cifras confirman que las Islas se están convirtiendo en un destino caro para ellos.