Durante 40 años, el médico menorquín Toni Florit, natural de Ciutadella, ha velado por la salud de los vecinos del pueblo ibicenco de Sant Miquel de Balansat, una pequeña parroquia con algo más de 1.500 vecinos, en su mayoría agricultores y artesanos. Como muestra de agradecimiento por toda una vida dedicada a su vocación como médico rural, la localidad le ha rendido un homenaje muy especial: poner su nombre a la unidad básica de salud.
Este cambio de nombre se ha formalizado este jueves en un acto público presidido por la consellera balear de Salud, Patricia Gómez, entre otras autoridades locales. La iniciativa surgió de los vecinos y el ayuntamiento recogió el guante para hacer realidad su petición.
El doctor ha sido un médico muy apreciado por la población de Sant Miquel de Balansat y, tras una vida al servicio de la salud de sus habitantes, se jubiló en 2022 a los 70 años tras haber prorrogado su ejercicio profesional hasta la fecha máxima de jubilación.
En el transcurso del acto celebrado a las puertas del centro de salud, Toni Florit se ha mostrado «agradecido y emocionado» por el reconocimiento de sus vecinos y amigos: «Es un gran honor que esta unidad básica de salud, que considero como mi casa, lleve a partir de ahora mi nombre».
De su Ciutadella natal a Eivissa
Nada más llegar a Eivissa procedente de Menorca, el doctor Toni Florit fue médico rural en Sant Joan de Labritja durante unos meses y posteriormente pasó a Sant Miquel de Balansat, donde estuvo entre 1981 y 2022, año en el que se jubiló después de dedicar cuatro décadas a la salud de los vecinos de esta localidad.
Nacido en Ciutadella el 6 de enero de 1952, estudió Medicina y Cirugía en la Universidad de Zaragoza y finalizó sus estudios en el verano de 1975. Comenzó su andadura profesional en su localidad natal como médico interino, pero tras aprobar unas oposiciones llegó como médico rural a Eivissa, donde ha desarrollado toda su carrera.