Maó está recibiendo un fuerte impulso en la renovación de sus grandes establecimientos hoteleros con la inversión de 11,9 millones realizada en el Mirador des Port y los algo más de cinco millones en el Port Mahon. Ubicados en sendos puntos estratégicos por su atractivo paisajístico del puerto, suman casi 18 millones y el resultado es la transformación y modernización de la oferta de la ciudad para este tipo de alojamientos, que ahora han de competir sobre todo con la imparable oferta de los hoteles de interior desarrollada particularmente en esta ciudad en los últimos años.
El Mirador des Port, propiedad de Catalonia Hotels & Resorts, está siendo renovado pero sobre todo ampliado con la construcción de un nuevo edificio, que es la parte más visible del proyecto que se lleva a cabo. Las obras comenzaron en noviembre de 2021 y, si se cumplen los plazos, deben estar listas para la nueva apertura a finales de abril.
Se le ha dotado de tres plantas de aparcamiento, ha ampliado el comedor, la cocina y el restaurante, ahora con terraza exterior, la recepción ha sido situada a pie de calle, ha renovado la jardinería con más uso de especies autóctonas y ornamentación de pared seca, ha redistribuido y ampliado los espacios comunes y se ha habilitado un spa. Berta Junyent, la directora, destaca que será «mucho más sostenible porque, entre otras soluciones, el hotel tendrá una planta de energía fotovoltaica de 18,6 kW para producir electricidad».
Otras medidas de sostenibilidad son la iluminación led, climatización tipo VRV (volumen de refrigerante variable) con recuperación de calor gobernado con un sistema informático de gestión. Para el riego, que será automático y por goteo, se aprovechará un depósito de pluviales y se reutilizará el agua sobrante del spa tras ser tratada. Dispondrá de cargadores para vehículos eléctricos y aparcamientos para bicicletas.
Rampas y elevadores asegurarán la accesibilidad, tres habitaciones están adaptadas para usuarios con movilidad reducida y se ha instalado cartelería en lenguaje braille. La reforma ha servido también para renovar la plaza-mirador adyacente, de uso público pero de propiedad del hotel, con el fin de eliminar filtraciones y mejorar la estética.
Ocho meses de obras
El hotel Port Mahon, que pertenece a la menorquina Pons Marín y gestiona Sethotels desde finales de los 90, acomete un importante cambio estructural sobre el proyecto elaborado por el arquitecto Rafa García Hernández. Bajo la premisa de mantener la estética externa, protegida por el catálogo municipal, el objetivo es combinar su estilo clásico con la comodidad y calidad que se exige en la oferta hotelera de hoy.
Se trata de un establecimiento de apertura permanente, menos dependiente de la demanda turística, aunque igualmente se ha elegido la temporada de invierno para llevar a cabo la gran transformación interior. Las obras comenzaron en octubre con plazo estimado de ocho meses, de manera que los planes apuntan al 1 de junio para su reapertura.
«No es un lavado de cara, sino un importante renovación de estructura, hay forjados nuevos, todas las instalaciones son renovadas, el comedor y la cocina son nuevos, se instala un segundo ascensor desde el sótano hasta la última planta y se renueva el existente», resume Sara Pons, de la empresa propietaria.
En cuanto a las habitaciones, el cambio también es importante, 62 de las 82 de que consta reciben una profunda renovación, la mitad de ellas serán más espaciosas y todas son actualizadas con materiales nobles y de calidad.
En conjunto se amplía un poco la superficie del hotel, se retoca la ornamentación exterior y consolida la piscina y la terraza con vistas al puerto, uno de sus grandes atractivos.