El progresivo envejecimiento de la población paralelo al aumento de la esperanza de vida agudiza la falta de plazas en los ocho centros geriátricos de la Isla, considerando, además, que en los últimos cuatro años apenas se han creado nuevas disponibilidades para personas que acceden a ellas a través de la Ley de Dependencia.
En la actualidad son 429 plazas existentes y, por tanto, ocupadas en las residencias de seis de los ocho municipios menorquines. La lista de espera alcanza las 375 para estos mismos geriátricos, lo que supone que la Isla precisaría un 90 por ciento más de plazas para dar cobertura a una demanda constante y creciente. En solo un año esta lista de espera se ha incrementado con 53 personas. Desde 2020, las únicas nuevas plazas incorporadas a la red insular han sido las 14 del geriátrico de Ferreries.
Los Ayuntamientos y el Consell manejan otras listas paralelas de solicitantes que no acceden a través del proceso de la ley y, por tanto, no están sufragadas por el Govern. La de la primera institución insular ronda los 40 demandantes.
A medio plazo esa cifra debe reducirse, puesto que se van a crear 266 nuevas plazas gracias a la construcción de la nueva residencia en la calle Anselm Clavé de Maó (120), otra en el antiguo cuartel Duque de Crillón, de Es Castell (60), y una más en Es Migjorn (40), estas dos últimas aún no iniciadas. A ellas se sumarán, en primer lugar, las 20 que se crean con la ampliación de la segunda planta en el geriátrico de Sant Lluís, cuya disponibilidad podría concretarse durante el presente año.
Más a largo término, el Ayuntamiento de Ciutadella obtendrá otras 26 plazas con la reforma y ampliación del geriátrico municipal gracias a la inminente salida de la Clínica Juaneda con la que comparte el edificio. En todo caso, aún no se dispone del proyecto definitivo por lo que no se prevé que las obras comiencen antes de finales de 2024.
Por el momento Menorca mantiene la ratio de 2,6 plazas para cada 100 personas mayores de 65 años, prácticamente la mitad de las 5 que aconseja la Organización Mundial de la Salud.
En cuanto a los centros de día, en la actualidad hay 173 plazas en la red pública y otras 28 en los dos centros privados, Elena Maseras y Santa Dora. Por último, los centros de promoción de la autonomía de Maó y Ciutadella cuentan con 42 plazas ocupadas por personas que presentan un proceso de deterioro cognitivo y/o funcional para padecer una enfermedad neurodegenerativa y a los que acuden para realizar talleres estimulantes y rehabilitadores.
«Cada vez hay gente de más edad aquí y en todos los lugares, por lo tanto las plazas que obtengamos nunca serán suficientes», apunta la consellera de Bienestar Social, Bàrbara Torrent. Bajo esa realidad que choca, además, con el lento proceso requerido para construir más centros geriátricos, Torrent abunda en la necesidad de complementar el modelo, «por ejemplo, ampliando los centros de día, impulsando la asistencia domiciliaria, o el cohousing a través del Ibavi». Se refiere la consellera a las viviendas colaborativas, es decir, comunidades de personas mayores que comparten un mismo edificio con estancias y asistencias comunes.
Esquitx A.F.I.R.Esa comparación con el pasado confunde al personal. Los que tienen suerte de tener una plaza de geriátrico, si les miras las caras son de pena como las antiguas. Aquí lo que se pide es que el dinero que tiran a manos llenas los políticos (500 millones presupuesto de ministerio de igualdad) ¿cuántos geriátricos se pueden construir con ese dinero?