Las ventas del queso con la Denominación de Origen Mahón-Menorca generaron el año pasado un valor de 23,2 millones de euros, lo que representa un incremento del 52,2 por ciento respecto al total comercializado en 2021, que fueron 15,7 millones de euros. Este es uno de los principales datos del balance sobre la venta y comercialización del queso menorquín presentado este martes por el conseller de Economía, Josep Pastrana, y el presidente del Consejo Regulador, Bosco Triay.
A lo largo de 2022, se produjeron un total de 3.427,76 toneladas de queso menorquín, de los cuales se comercializaron 2.516,41 toneladas. Esto se tradujo en un valor de 23,9 millones de euros, generados entre las 37 empresas que venden este producto.
Esta cantidad de kilos vendidos significan una recuperación respecto a las cifras del año anterior a la pandemia, cuando se vendieron 2.516,06 kilos.
El principal mercado del queso menorquín sigue siendo Balears, con el 66% de las ventas. Por su parte, el 13,74% se vende en mercados internacionales, en 51 países. Por tanto, la exportación sube un 18% respecto a 2021. El mayor país al que se exportó fue Estados Unidos (36%), seguido de Alemania (10%) y el Reino Unido, con otro 10%.
El conseller de Economía y Territorio, Josep Pastrana, ha destacado que «a pesar de las dificultades existentes después de la salida de la pandemia y actualmente con la inflación de precios, es una gran noticia que la DO Queso Mahón-Menorca disfrute de estos resultados. Desde la administración pública seguimos apoyando a través del acuerdo Provilac y las ayudas directas al Consejo Regulador para seguir impulsando un sector estratégico por la economía de nuestra isla y que forma parte de nuestra historia e identidad».
Por su parte, el presidente del Consejo Regulador, Bosco Triay ha comentado que en 2022, el incremento de ventas estaban siendo muy superiores al 6% y que se perfilaba un año record, que se ha visto frenado por la problemática de la leche, debida a incremento de los costes en las explotaciones ganaderas, que se vieron obligadas a quitar o secar vacas antes, situación que provocó una falta de leche para elaborar queso Mahón-Menorca, que se dejó de vender. Actualmente se han tenido que incrementar precios tanto de la leche como del queso, para poder mantener la viabilidad del sector.