«Teníamos que salir adelante con este proceso extraordinario y quizás se podía haber hecho mejor, pero es la opción que teníamos y la que estamos llevando a cabo», explica Noemí Gomila, consellera de Servicios Generales del Consell, situada al frente de este complejo sistema para reducir la interinidad entre los empleados de la administración del Consell y los ayuntamientos.
Gomila pide, al mismo tiempo, que se valore «el esfuerzo que estamos haciendo todos, por la complejidad que tiene, al ser ocho ayuntamientos y el Consell». En todo caso, señala que a partir de ahora, una vez haya concluido la estabilización «las administraciones tendrían que comprometerse a convocar oposiciones cada año, para evitar que pase esto, que se acumulen tantos trabajadores interinos».
El Consell, indica la titular de Servicios Sociales, ha sacado 203 plazas en este proceso, «todas las que podíamos ofertar, de acuerdo a los requisitos que nos marca la ley».
Recuerda Noemí Gomila que nunca antes se había hecho un proceso extraordinario de estas características y, por este motivo, reitera que «debe valorarse el trabajo descomunal que se está haciendo». Y destaca «la implicación» de los funcionarios que en su día tuvieron que superar una oposición natural para conseguir su plaza, «es decir, que ahora han tenido que lidiar con esto y lo hacen con absoluta profesionalidad, y no ha sido fácil».
Hay que volver a los Cuerpos nacionales de funcionarios, las oposiciones anuales, los concursos de traslado,. Y yo votaré al partido nuevo,-que todavía no existe- que se comprometa a demandar por estafa las promesas elecorales incumplidas, si por los votos obtenidos pudieron haber sido realidad y no lo fueron por engaño, cobrando subvención por voto y por escaño.- Y que además, prometa revisar los méritos y forma de acceso de tantos funcionarios que empezaron a dedo por decisión de un partido y luego consolidaron por un concurso justo antes de unas elecciones: En 1975 había unos 700.00 funcionarios en toda España y ahora ya son 4 millones entre el Estado y los "estadillos". (Creo que me quedo corto). Y desde luego un libro blanco o rojo o de todos los colores, donde cada funcionario deberá llenar una cuartilla describiendo lo que hace, cual es su "función" y porque es, o cree ser, necesario en su puesto. Y como llegó a él: seguro que será un libro muy, muy blanco, si se les llega a permiti2 llenar su página poniendo : "yo, lo mismo que los otros".