Primero lo intentó como madre soltera y, después, estando casada. Al final, Natividad López logró completar el proceso de adopción y brindar una familia a una pequeña en situación de adoptabilidad de Etiopía. Su hija se llama Amarech y ya es mayor de edad. «Siempre hablo de la adopción desde el amor, desde la oportunidad de querer y que te quieran», explica.
Al principio, cuenta Natividad, el proceso fue muy complicado y duro de llevar. Preparar la documentación, estar pendiente de renovarla para que no caducara, hacer cursos de formación, tener entrevistas de evaluación y, por fin, obtener el certificado de idoneidad que emite el Consell insular. Un proceso arduo que termina «con el momento más feliz, cuando te llaman y te dicen que tienes un menor asignado».
Tuvieron que ahorrar mucho para poder pagar el viaje y la estancia de más de 20 días en las afueras de Adís Abeba, la capital de Etiopía donde estaba la menor, de entre tres y cuatro años. «El encuentro con mis padres adoptivos fue muy bonito», explica Amarech. «Desde el principio tratamos la adopción con naturalidad, es algo normal, es otra forma de ser padres», afirma Natividad.
«A Amarech le hemos dado una vida con más posibilidades y ella a nosotros nos ha dado una vida más feliz», admite.
... en los procesos de adopción debe haber ante todo amor, y deseo de dar a la otra persona una existencia con la mayor calidad de vida posible, eso engrandece a los padres adoptivos, y al menor que responde desde su posición con afecto e integración en la familia... por eso, lo que nunca hemos de permitir es que se produzcan aquellos funestos episodios del pasado, en los que la iglesia y los militares, se confabulaban para robar niños y mercadear con ellos para dárselos a familias pudientes a cambio de sustanciosas mordidas, tanto en tiempo de la guerra civil, arrancadas a jóvenes madres presas, o durante las dictaduras sudamericanas, donde también fueron los militares y las confesiones religiosas, los que se arrogaron el supuesto derecho de arreglar la sociedad a su gusto, desgarrando lazos familiares, desapareciendo seres humanos, y creando artificios en base a engaños, robos de bebés y deleznables intereses monetarios...