Las medidas impulsadas desde el Área de Movilidad del Consell para mejorar de una vez el servicio del taxi en Menorca han surtido el efecto esperado transcurrido casi un mes y medio desde el inicio de la temporada, aunque por ahora no se corresponde con la demanda real de los clientes.
El usuario tiene un tiempo de espera prudencial que se ajusta a los mejores estándares de calidad del sector, entre 5 y 10 minutos. Es la consecuencia del aumento de la flota en carretera y zonas urbanas, situada en 197 vehículos, y la mayor operatividad de las licencias temporales para cargar usuarios en todos los municipios a los que acudan para cubrir un servicio, como prueba piloto aceptada por el colectivo y los ayuntamientos a propuesta de la consellera Montse Morlà.
Sin embargo, el buen resultado de estos cambios choca, en parte, con muchos de los taxistas temporales, es decir los que trabajan durante la temporada estival contratados por los dueños de las licencias que, por el momento, están viendo reducidas sus retribuciones. La mayor oferta de taxis, por ahora, no se ha visto acompañado por la afluencia de clientes que ha descendido, aseguran, en relación a 2021 y 2022 hasta el momento porque han llegado menos turistas, afirman, pese a que las estadísticas del Aeropuerto digan lo contrario, y porque tienen más alternativas para la movilidad.
«Mayo fue flojo y junio está siendo igual de decepcionante», indica uno de los profesionales estacionales. La facturación ha descendido en este periodo como mínimo en un 30 por ciento, asegura. «Estamos como el primer año de la salida de la pandemia cuando esto arrancaba muy lentamente», indica Antonio Vílchez, presidente de la Asociación de Radio Taxi de Menorca. Señala que la temporada pasada fue «excepcional y esta ha empezado bastante floja, sí, pero confiamos en que arranque en Sant Joan».
El servicio se ha reforzado convenientemente con otros 14 taxis temporales que elevan a 93 la cifra, sumada a los 104 fijos. Esta cifra aún habría sido mayor si el Consell hubiese conseguido sacar las 35 licencias para los VTC que pretendía. Ya hace dos meses, José Navarro, presidente del sector en Maó, advertía que habría más taxis «pero faltará trabajo».
En el Aeropuerto se juntan los alrededor de 40 taxis de Maó, «y en las paradas hay vehículos en todos los municipios, en esperas que pueden superar la hora», señala un taxista temporal. La situación mejorará a medida que avance la temporada «pero por ahora hay gente que más de un día se va a la obra y deja el taxi porque tantas horas con poco trabajo no les son rentables».
Este invierno tuvimos a que coger a mediodía un taxi desde el Hospital Mateu Orfila a Cala Morell, nos cobró 60€ y no nos quejamos del precio, lo que sí es muy desagradable que ese taxista llamase a su mujer para quejarse del servicio, fue la mitad del viaje quejándose de tener que hacer el trayecto. No entendimos que si a él no le iba bien, podía haberlo dicho y seguro que a otro compañero no le hubiese importado.