El nuevo ejecutivo del Consell que preside Dolfo Vilafranca tiene un problema grave con la reciente puesta en funcionamiento del servicio de recogida selectiva de residuos puerta a puerta para locales comerciales y de restauración en seis municipios de la Isla. La institución insular ha constatado a partir de las quejas centralizadas mayoritariamente en Ciutadella, que este nuevo sistema impulsado desde la Unión Europea ha entrado en vigor plagado de carencias, se ha introducido en la peor época del año, en plena temporada turística, careciendo de medios suficientes de todo tipo, materiales y humanos, además de programar horarios inadaptados a la realidad menorquina.
La pasada semana los nuevos titulares de la plaza de la Biosfera ya mantuvieron una reunión con responsables de la UTE Menorca Selectiva 2, que fue la que ganó la licitación por un periodo dos años con un valor estimado de algo más de 12 millones de euros, según recogía el pliego de condiciones. La empresa esgrimió que estaba desbordada, que tenía problemas para encontrar a conductores y medios suficientes, explicó este martes el conseller de Medio Ambiente, Simón Gornés, a este diario.
El contrato vigente atenaza al Consell, por lo que la única medida que puede tomar en estos momentos es presionar a este conjunto de empresas para que cumpla reforzando el servicio en la medida que sea necesaria y mejorar la información que se debe transmitir a los usuarios.
Con ese propósito el Consorcio de Residuos y Energía de Menorca, organismo dependiente del Consell, ya ha trasladado dos advertencias a la UTE Menorca Selectiva 2. Si fuera necesaria una tercera, esta ya implicaría la imposición de una sanción económica. La empresa concesionaria declinó este martes manifestarse sobre el servicio que está prestando y se remitió al Consell.
«Desde el punto de vista legal, el contrato nos ata», admite Simón Gornés, por lo que a corto plazo apenas se puede intervenir, «pero estamos buscando una vía legal para actuar», añade.
El sistema de recogida selectiva de residuos en comercios y restauración debía haberse iniciado el pasado 1 de junio, tras un retraso de seis meses. Los seis primeros municipios donde debía estar operativo son Ciutadella, Sant Lluís, Ferreries, Es Migjorn, Es Mercadal y Alaior. Por el momento solo se ha iniciado en Ciutadella, Ferreries y Sant Lluís con diferente valoración.
En el casco antiguo de la ciudad del poniente insular han arreciado las quejas de los pequeños empresarios por la falta de información recibida, el incumplimiento de los horarios de recogida, también poco apropiados, y la falta de recipientes para depositar los residuos en sus cuatro clasificaciones (orgánicos, papel y cartón, vidrios y plásticos). Todo ello ha motivado imágenes nada recomendables en la vía pública, además de malos olores, por la acumulación de estas basuras no recogidas a las horas señaladas.
En Sant Lluís y Ferreries, en cambio, la percepción general de los comercios consultados por este diario resulta más condescendiente. Han recibido información y recipientes.
El diagnóstico del inicio de este servicio puerta a puerta es «fatal», como lo califica la institución insular. Entiende que se ha planificado y ejecutado de forma deficiente y la implantación efectiva como tal todavía no existe, señala Simón Gornés. «Lamentamos las molestias a los usuarios residentes y turistas, nos lo hemos encontrado ya en marcha, y no debía haberse iniciado ahora».
El presidente de Ciutadella Antiga advierte una ligera mejoría estos días
Macià Coll, presidente de Ciutadella Antiga, se mostró este martes moderadamente esperanzado, a título personal, para que el servicio de recogida de residuos puerta a puerta en el casco antiguo tenga un funcionamiento más acorde a las necesidades. Coll expresó que «yo he visto una ligera mejoría estos últimos días después de que se publicaran nuestras quejas por cómo se había venido realizando», así como por la falta de recipientes donde ubicar los residuos que deben ser retirados de la vía pública.
Los empresarios de esa zona comercial no han tenido contacto directo con el Consell, aunque sí conversaciones con la alcaldesa, señala Coll, «que está a nuestro lado porque no puede ser de otra manera». Por eso, añade que los propietarios de comercios y restauración vienen de tantas semanas «de basura en medio de la calle y malos olores, que ahora yo tengo la sensación de que fallan menos en las veces que vienen a recoger».
El apunte
Ciutadella exige soluciones por el malestar y el coste
Juana Mari Pons Tórres, alcaldesa de Ciutadella, exigió este martes al Consell una solución para acabar “con el malestar existente” en el casco antiguo de la ciudad debido al deficiente servicio. En una reunión con el presidente Dolfo Vilafranca, el conseller, Simón Gornés, y los directos generales de Medio Ambiente, Mateu Ainsa, y de Proyectos Sostenibles, Marta Febrer, la alcaldesa entiende que es un problema heredado “pero nosotros hicimos una modificación de crédito de casi medio millón de euros para abonar este servicio, y por eso deben solucionarlo”.
El conseller Gornés recordó que el sistema debía haberse inciado en diciembre pero no lo hizo por problema de suministro de contenedores. Además del mal funcionamiento, el Consell señala que debido a la falta de información algunos usuarios no están realizando la selección correcta de los residuos en los días correspondientes.