Luz verde al último trámite municipal para otorgar, definitivamente, la concesión del uso privativo del edificio Ocimax a la empresa que ganó la subasta hace un año y que explotará durante las próximas tres décadas el centro comercial mahonés, ubicado en la calle de Santiago Ramón y Cajal. Tras un largo camino burocrático, el pleno del Ayuntamiento de Maó aprobará este jueves tarde y salvo imprevistos la cesión del complejo al vencedor de la puja celebrada en julio de 2022, Procusa Menorca SL. Así lo confirman a «Es Diari» fuentes municipales y los responsables de la propia empresa, que cuenta con una amplia experiencia en negocios de hostelería, restauración, turismo, parques infantiles y centros de ocio, juego y entretenimiento.
De este modo, finalizará el embrollo administrativo para que la nueva concesionaria pueda tomar posesión y reactivar el complejo bajo otro nombre. Aun así, quedará pendiente presentar la conformidad del Ayuntamiento ante el administrador concursal para dar por concluido el concurso de acreedores y firmar ante notario la concesión del uso privativo del edificio Ocimax hasta el 1 de agosto de 2053. Teniendo en cuenta los plazos, los encargados de Procusa Menorca SL prevén que el proceso culmine a mediados de septiembre con la entrega de llaves si no hay mayores contratiempos.
La empresa ya avisó a comienzos de este mes que el procedimiento se estaba alargando más de lo esperado por las trabas administrativas y la celebración de elecciones y pidió celeridad para poder avanzar los trabajos de recuperación del centro comercial mahonés. Desde el Ayuntamiento justifican que se trata de un proceso que no gestionan las autoridades municipales y que el expediente está preparado desde mayo. Agregan, además, que el documento en cuestión no pudo pasar por el pleno de mayo por cuestiones de tiempo y que, debido a que en junio no hubo pleno, se dispondrá en el de este jueves.
Usos socioculturales
Procusa Menorca SL pretende «revitalizar» el complejo y hacer de él «lo que tenía que haber sido y no fue». La nueva concesionaria quiere convertir el edificio en un referente del ocio y el entretenimiento, destinando los locales a usos socioculturales y recreativos, tal como prevé la concesión. Sin concretar acciones porque aún no ha tenido acceso al interior del centro comercial, adelanta que impulsará labores de mantenimiento para adecentarlo y mejorar el estado decadente en el que está desde hace años.
Bueno, pues solo han tarado un año. El plazo máximo establecido por ley, lo multiplicamos x4. Enhorabuena